POR CLARA SILVESTRE
Los años 70 y 80 fueron de grandes innovaciones para un gran protagonista: el plástico. Tanto así que en lo que respecta al mueble se lograron diseños que dieron la oportunidad de transformar los hogares, aportándoles sobre todo versatilidad y modernismo.

Pero anteriormente era un material considerado más que sofisticado y por lo tanto muy caro. Hoy, el plástico ha vuelto, pero renovado, más original que nunca, y especialmente asequible a una gran cantidad de seguidores.

Los diseños son tan variados y diversos, acaparando todo un amplio radio en la decoración. Es que sin lugar a dudas, los diseñadores de interiores han hecho un importante trabajo, y la muestra es la gran cantidad de muebles, sillas, mesas y otros tantos objetos que en la actualidad se exhiben y venden en las grandes tiendas.

En el mobiliario, las líneas han revolucionado la decoración moderna, y si enfatizamos en la gran variedad de cestos con vistosos colores con que hoy se pueden vestir los hogares, no nos queda otra cosa que reconocer también su gran valor utilitario.

En la cocina, poco a poco ha ido sustituyendo al vidrio, por el hecho de que ya se dispone de todos los utensilios de cocina que se necesitan, y lo que es mejor, resultan más duraderos.

Al inventor estadounidense John Hyatt se le atribuye el primer plástico, que se conoció como celuloide. Todo surgió como resultado de un concurso que se realizó en 1860 en los Estados Unidos, promoviendo que se produjera un sustituto del marfil.

Más tarde fueron surgiendo tipos de plásticos sintéticos que dieron como resultado grandes aportes en diferentes áreas, no solamente en la decoración. Lo que no se puede dudar de que la industria del plástico se ha convertido en una fuente inagotable de importantes descubrimientos.