El PLD debe verse en el espejo del PRD

El PLD debe verse en el espejo del PRD

Erase unas vez un gran partido, el PRD, el mismo de la ¨esperanza nacional¨, en 1982-1986, la lucha de tendencias arreció, el Congreso del mismo partido le rechazó el contrato para la construcción de la presa de Madrigal, en algún momento de caos hubo dos presidentes del Senado, luego en las primarias entre Peña Gómez y Majluta ocurre el ¨concordazo¨; llegaron a un acuerdo y Jacobo Majluta corrió como candidato, pero el sector oficialista no lo apoyó, más bien trabajó a favor de la derrota, contando con un Dr. Balaguer octogenario y ciego, sin embargo erraron en el tiro; fueron juzgados y condenados el expresidente Jorge Blanco, exfuncionarios, empresarios, además el PRD estuvo 10 años fuera del poder.
En aquella ocasión alguien califico de ¨boy scouts¨ los ocupantes de palacio, ahora la lucha de tendencias en el PLD está protagonizada por dos experimentados políticos que además han encabezado los mejores gobiernos de la época democrática del país.
La República Dominicana se encuentra en un momento complejo, primero la sucesión de fallecimientos repentinos de turistas norteamericanos que ha sido transmitido por los medios de EU, como una onda expansiva dirigida afectar uno de los principales sectores económicos del país, afortunadamente disminuye la campaña, y súmese a esto el atentado contra el icono de las grandes ligas, David Ortiz, cuya investigación y móviles no convencen.
Si a todo lo anterior usted agrega un escenario con todas las posibilidades de una crisis política con tintes de violencia, como el lamentable espectáculo de fuerzas policiales lanzando bombas lacrimógenas contra legisladores, y el destape de los sobornos de Odebretch para Punta Catalina, parecería que vamos camino a la tormenta perfecta.
El PLD y sus dos Presidentes han realizado grandes obras de gobierno y han conducido la economía, con el apoyo de la política monetaria del BC, por el sendero del crecimiento con estabilidad casi durante 15 años consecutivos, haciendo el milagro de llevar el PIB de US$23,186.6 millones en 2004 a US$81,282.5 millones en 2018, reduciendo la pobreza en ese periodo de 49.9% a 23% y sembrando el país de infraestructuras, acometiendo también importantes planes sociales para reducir la marginalidad.
La economía dominicana es la de mayor crecimiento en la región, somos el mayor receptor de turistas y de inversión extranjera directa del Caribe y Centroamérica y el cuarto lugar en América Latina en el número de turistas, nuestra ubicación geográfica es privilegiada para convertirnos en un gran centro de negocios y de tránsito de mercancías, sector privado y el gobierno están trabajando para eliminar las trabas y mejorar la competitividad; en fin el país está en condiciones para continuar por la senda del progreso, sin embargo todos estos logros de los gobiernos del PLD se pueden perder y con ello perderíamos todos, peledeístas y no peledeístas.
Estamos a tiempo de evitar la tormenta perfecta y a tiempo de evitar el PLD repita el penoso espectáculo del PRD, entonces el mayor partido que dominaba todos los poderes del estado y que la división, las posiciones irracionales llevaron a la derrota en 1986 y con ello los procesos judiciales y las condenas a los funcionarios comprometidos y empresarios con actos de corrupción, ahora se añadiría el lavado de activos provenientes de sobornos. ¿Está dispuesto el PLD a repetir la historia?
No lo creo, mantengo el optimismo de que el presidente Danilo Medina y el expresidente Leonel Fernández sabrán dejar de lado las diferencias y llegar a un acuerdo equitativo, respetando la institucionalidad democrática, que preserve la unidad del PLD, evite una crisis política y devuelva la tranquilidad y la confianza para que la economía recupere el dinamismo que exhibió hasta el primer trimestre de este año.

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