El PLD más allá del acuerdo

El PLD más allá del acuerdo

Cuando todo apuntaba a una división del partido morado o un choque de trenes en el Congreso, se produjo un acuerdo entre los dos grandes líderes del PLD, refrendado con la firma de los 35 miembros del poderoso Comité Político; acuerdo que permitió la aprobación por una mayoría calificada de la ley que declaró la necesidad de la reforma y la Asamblea Revisora que dio luz verde a la repostulación del Presidente Medina; sin embargo a lo interno de esa organización persisten heridas y tensiones que podrían provocar situaciones conflictivas especialmente con miras al 2020.

El discurso pronunciado por el Dr. Leonel Fernández el lunes 25 de mayo presagió un agravamiento de la crisis del partido y aparentemente cerraba las puertas de la negociación, pero el anuncio de un acuerdo dos días después sorprendió a la opinión pública y a los propios peledeístas. Ese cambio de 180 grados hizo injustificable la exposición del presidente del partido, a menos que la hiciera pensando en la historia, y obviamente quedarán en el aire y en la misma historia las razones que impulsaron a aceptar un acuerdo que bien pudo realizarse varios días atrás y así ahorrarle tensiones al país y al PLD.

El acuerdo de 15 puntos, por lo menos los publicados, representa una claudicación digna del Dr. Fernández ya que le garantiza la repostulación a sus adeptos en el Congreso y los municipios, la presidencia del partido hasta 2020 y establece, de forma muy general, el equilibrio en el llenado de las vacantes en el Comité Central y la coordinación del comando de campaña para las candidaturas congresionales y municipales. Por supuesto, el premio mayor se lo llevó el Presidente Medina con su pasaje a la repostulación.

El acuerdo garantiza la unidad y el triunfo en los tres niveles electorales; pero a corto plazo afecta a la organización que inicia una etapa de anquilosamiento y envejecimiento en la medida en que se pone un techo a las nuevos aspirantes a participar como candidatos a senadores, reduce la posibilidad también para nuevos diputados, alcaldes, regidores, directores municipales y directivos municipales. Ese techo baja aún más en la medida en que las alianzas con el PRD y el PRSC garantice la repostulación de los respectivos incumbentes. La reelección por reelección reduce los niveles de democracia y de ascenso en el PLD.

¿Se supera de manera definitiva la división del partido en dos tendencias y la posibilidad de futuros choques?

De ninguna manera. Se trata de una especie de “tente ahí”, porque fueron infringidas muchas heridas de parte y parte y solo baste releer el discurso del Dr. Fernández para advertir a qué nivel llegaron las cosas a la organización. Además, con la lógica de las tendencias, a la usanza del PRD, el objetivo de cada una es perpetuar su grupo en el poder y para ello, si es necesario, en la medida de una oposición débil, tratar de aplastar al contrario y reducirlo a una expresión que no cuente con la posibilidad de retornar.

Obviamente que el triunfo en los tres niveles obliga a enterrar las hachas, unificarse y trabajar como si nada hubiese pasado, pero que nadie dude que tan pronto se obtenga el triunfo se reiniciarán los ataques, el develamiento de expedientes y los restantes precandidatos, los que se quedaron en la gatera, a iniciar campañas tempranas con miras a posicionarse frente a la eventualidad de un retorno del Dr. Fernández.

Por el bien de la democracia, en un momento donde el PRSC y el PRD van a ser definitivamente engullidos por el partido oficial, la única posibilidad de que esta maltrecha democracia se reanime reside en la unidad del PLD y el fortaleciendo de las opciones opositoras encarnadas en el PRM, con Luis Abinader a la cabeza; Alianza País de Guillermo Moreno, así como Dominicanos por el Cambio de Eduardo Estrella.

 

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