El PLD nutre la oposición, contertulios y hasta comentaristas

El PLD nutre la oposición, contertulios y hasta comentaristas

Como una parte de los llamados dirigentes de oposición viven desorientados y ocupando su tiempo en asuntos intrascendentes, y algunos comentaristas o contertulios se la pasan haciendo elucubraciones, el PLD los alimenta con “informaciones” para que se entretengan. Los ponen a bailar al ritmo del son que les gusta. Les filtran datos, según ellos, de buena fuente, para que su atención vaya a donde les interesa. Para que se ocupen de otras cosas, menos de su trabajo.
Para ellos hace años que el PLD se viene dividiendo. Lo consideran un partido donde cada quien actúa a su antojo sin tomar en cuenta su dirigencia ni sus estructuras, pero no ha ocurrido así. Ha sucedido lo contrario, salvo algunos casos de menor importancia. Los peledeístas han demostrado, hasta ahora, que aprendieron a convivir en unidad aún con sus contradicciones. Sus divergencias o confrontaciones han sido más de forma que de fondo. Han encontrado la manera de conciliar sus intereses.
Mucha gente, aún teniendo tiempo en la política o habituadas a los acontecimientos envolventes, no logran comprender que los peledeístas se han constituido en una casta que ha sabido jugar de acuerdo a las conveniencias partidarias, no en función de los criterios o aspiraciones de quienes los adversa. La mayoría de ellos saben que juntos pueden lograr lo que separados se les haría difícil. Mucho más después de lo acontecido en las recientes elecciones, en la que algunos se sublevaron, entendiendo que tenían tanta o más fuerza personal que institucional, y no resultó así.
La oposición no da muestras de rectificación. Viven soñando con que los huevos salcochados o de yautía sacan. Ponen su futuro a depender de posibles desprendimientos o divisiones del peledeísmo, en vez de construir su propio destino. Confían más en la posibilidad de que en el PLD se produzca un rompimiento definitivo, que en sus propios esfuerzos.
Se llevan de rumores, que probablemente la misma gente del partido de gobierno pone a circular. Sueñan con que Leonel y Danilo van a tomar caminos distintos. Se entusiasman cuando escuchan algún miembro de su Comité Político hablando, creyendo que será factor de crisis interna y les va a beneficiar. Se acuestan y se levantan haciendo análisis y conjeturas de lo que ocurre a lo interno del peledeísmo, pero se les viven pasando las fichas de sus propios bingos.
Los años les van pasando por encima y al parecer no van a encontrar un prestidigitador que les componga esos sueños. Mientras tanto, el PLD gobierna, y gobernará por otros cuatro años a partir de agosto próximo.
Parecen desconocer la naturaleza de los peledeístas. Lucen ignorar sus estrategias y tácticas. Se dejan llevar de rumores. Confían en sus fuentes “fidedignas”. Apuestan al rompimiento definitivo entre uno y otro. Ahora están apostando a que en el PLD se producirá una crisis en la escogencia de sus bufetes congresuales, pero eso está por verse. Lo aconsejable sería que no se froten mucho las manos, porque estamos en verano, no en invierno.

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