Independientemente de la estrategia política puesta en marcha por la alta dirección del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, para ganar las elecciones del pasado 16 de mayo, esta organización se preparó en cuanto a recursos tecnológicos y humanos para alcanzar dicha meta.

A pesar de que todas las condiciones objetivas estaban dadas para que el PLD retornara al poder, esto fue complementado con una serie de acciones que afianzaron el triunfo del partido morado. A diferencia de otros procesos electorales, en este el PLD enseñó al país que ha dado el salto del partido de cuadros al partido electoral.

Lo primero que hicieron los peledeístas fue dividirse el padrón electoral entre la militancia que mostró decisión para salir a las calles a identificar los simpatizantes de la candidatura del PLD. Esta acción política integró a más de 250,000 peledeístas, que cada día tenían la responsabilidad de entrar en contacto con una cantidad determinada de votantes previamente identificados en el padrón de la Junta Central Electoral. De esta forma el PLD pudo identificar con tiempo quiénes votarían por su candidatura en cada colegio electoral, lo cual le permitió establecer una relación directa con sus votantes. Esto hizo posible que cada delegado del PLD en cada colegio electoral contara el día de las elecciones, con un padrón de peledeístas, lo cual le ayudaba a preservar el voto en la medida que cada persona se acercaba al colegio a ejercer el derecho al sufragio. Esto significa que el PLD sabía de antemano con cuantos votos contaba en cada colegio electoral. Además esta acción puso en manos del PLD, la poderosa herramienta de saber en cualquier momento del día 16 de mayo, cuántos peledeístas habían votado y cuántos no. Esto hizo posible que el PLD, en algunos casos, saliera a buscar las personas que ya tenía previamente identificadas y que en horas de la tarde todavía no se habían presentado a sus respectivos colegios electorales.

La supervisión de que el trabajo anteriormente indicado fuese realizado como había sido previsto por la alta dirección peledeísta, recayó sobre el grupo de hombres y mujeres que en el pasado habían ostentado la categoría de cuadros en las filas del PLD. Este grupo tuvo además la responsabilidad de entrenar a los delegados y suplentes de cada colegio electoral, para que el día de las elecciones actuara a la altura de las circunstancias y se constituyera en el garante de que el voto que había sido emitido para el PLD se le contara al PLD y a nadie más. La experiencia del cuadro político, su formación bajo la práctica y la teoría bochista, se puso en evidencia en estas gran jornada del pasado 16 de mayo. Esto indica que aunque el PLD se haya transformado a un partido de masas-electoral, no debe olvidar y mucho menos echar en el abandono a ese importante conglomerado de cuadros políticos con que cuenta en todo el territorio nacional.

El PLD no sólo se preparó en lo humano para ganar la batalla del 16 de mayo, en lo tecnológico hizo lo que tenía que hacer para garantizar que no fuese burlado por las bellaquerías del palito y el escrito del 2002. Se creó una red tecnológica que llegó a asustar a los principales adversarios políticos del PLD, los cuales en su momento llegaron a afirmar que con esa red de computadoras el PLD pretendía el 16 de mayo declararse ganador de las elecciones antes de que la JCE hiciese algún pronunciamiento al respecto. Lo cierto es que con esa red el PLD a las 8:00 de la noche del 16 de mayo, ya sabía que había ganado las elecciones, porque las proyecciones que se hacían así lo indicaban. En esta ocasión el PLD se preparó para que en asuntos de cómputos no le sucediera lo que le pasó en el año 1990, que ganándole las elecciones al doctor Balaguer, no pudo demostrárselo al país y al mundo, porque además de las traiciones que hubo en esa ocasión en esa área, no contaba con los recursos tecnológicos con que cuenta hoy día, los cuales constituyen la garantía de que el PLD jamás será vulnerado en resultados electorales.