El PLD: un triunfo propio

El PLD: un triunfo propio

JOSÉ MANUEL GUZMÁN IBARRA
El PLD ganó con méritos propios. Una suma de factores, sectores y voluntad acompañan el triunfo de un partido. Las elecciones casi siempre se ganan con méritos propios y algo más. Un partido triunfa cuando encuentra una identidad y las circunstancias son propicias con esa identidad. Después de todo, el partido es él y sus circunstancias, parafraseando a Ortega y Gasset.

El VI Congreso elector Profesor Juan Bosch fue fundamental en la parte de la identidad del partido. En ese cónclave se tomaron medidas que cambiaron las estructuras del partido siendo las más importantes el alcance del voto secreto y universal y la eliminación del círculo de estudio como requisito para alcanzar la membresía. Hoy el PLD es un partido de masas.

El hecho de que un partido político tenga corrientes de pensamiento diversas no significa que esté al borde de la división. El resultado electoral de la última consulta interna demuestra que no hay debilidades en el PLD. La competencia de Jaime David Fernández Mirabal y Leonel Fernández fue limpia y los resultados, en consecuencia fueron acatados unánimemente en el partido.

No se engañe nadie, Alvaro Uribe presidente de Colombia, obtuvo en competencia interna de su partido un 5% y decidió formar tienda aparte para obtener la presidencia. La diferencia no es de temperamento o personalidad sino de reglas del juego. Un partido se divide no acorde al supuesto o real porcentaje que se obtenga sino en base a si existen reglas del juego asumidas por todos. En el PLD esas reglas están bastante claras.

El aspecto de las circunstancias es más complejo. El triunfo de Hipólito Mejía en el 2000, fundamentado en un lenguaje «antipolítico» que en principio dio resultados, pero más temprano que tarde, cuando el candidato ya era presidente, su lenguaje desenfadado, y sus acciones de político ladino fue minando, primero la confianza y más adelante, su empatía con electorado. La crisis económica incubada desde el principio del gobierno y que fue incrementándose es el factor decisivo en el cambio radical en el ánimo del electorado.

No debe dejar de mencionarse el circo de persecución que se instrumentó como estrategia política. Esa estrategia que buscaba desacreditar un buen gobierno terminó minando la confianza del publicó ante los permanentes escándalos los cuales hicieron palidecer al PEME, que había sido el buque insignia de las acciones de persecución.

El votante, sin exculpar o borrar el pasado se preguntó cuanto de exageración y cuanto de verdad había en las acusaciones que surgían del gobierno perredeísta. Y ante cualquier respuesta, la pregunta: ¿cómo apoyar al «justiciero» cuando la consecuencia de su corrupción había afectado los más elementales servicios públicos? La incongruencia en la lucha contra la corrupción tuvo un efecto devastador para el PRD y su gobierno.

Si a eso le sumamos los pésimos manejos de la crisis bancaria, del gasto público, y de la situación energética, tendríamos completo el cuadro de las circunstancias que llevan al PLD a ganarse el favor del electorado de forma tan contundente. La crisis económica y los elementos mencionados fueron tan visibles e indignantes que algunos piensan que esa fue la causa de la victoria morada..

El politólogo Pedro Catrein afirma que el PLD ha ganado sin méritos propios (Diario Libre, 4-09-2004) minimizando los datos comprobables de que el PLD fue el único partido con una competencia interna sin traumas, que los cambios realizados en el VI Congreso lo hicieron un partido competitivo, que la dirección del PLD ha demostrado capacidad de resolver o posponer con éxito los conflictos y que el candidato, hoy presidente, tuvo control de la campaña desde el principio, desarrollando mensajes claros y acorde a las circunstancias políticas.

Ningún partido gana unas elecciones democráticas sin méritos propios. Ningún partido puede ganar si no hace un esfuerzo para entender la actualidad y darle un contenido político para hacer una propuesta. El alto porcentaje alcanzado no significa que fue un triunfo sin esfuerzo. Hubo estrategia, hubo estructura, hubo militancia y hubo tácticas que dieron como resultado un triunfo claro.

Si las circunstancias -la crisis económica- explicaran por si mismas la derrota del PRD ¿Por qué no surgió un candidato independiente o Eduardo Estrella? ¿Por qué las propuestas alternativas tuvieron resultados tan ridículos? El PLD tiene méritos propios y por eso, siendo el partido mayoritario más joven del sistema gobierna de nuevo.

Esos méritos del PLD dieron como resultado una victoria clara, que dan una gran legitimidad para gobernar en tiempos de crisis. ¿Existe una razón que justifique debatir los «méritos» del triunfo? ¿Existen datos que sustenten una hipótesis como la planteada por Catrein? Si las hubiera no están visibles.

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