El poder de la educación vial: historias que transforman vidas y construyen un futuro más seguro

El poder de la educación vial: historias que transforman vidas y construyen un futuro más seguro

En las calles de Santo Domingo, cada día, miles de historias se entrelazan en un tapiz de vidas que transitan en busca de sus sueños, de sus destinos. Pero en ese movimiento constante, la seguridad vial emerge como un acto de amor y responsabilidad que puede salvar vidas, evitar tragedias y construir comunidades más humanas y solidarias.

Este mayo, la República Dominicana dio un paso firme en esa dirección con la celebración de Mayo Amarillo, un movimiento que no solo buscó reducir cifras alarmantes de accidentes, sino que puso en el centro a las personas: a los motoconchos, deliverys, conductores de plataformas digitales y a todos quienes, día a día, enfrentan el riesgo en sus rutas.

Un mes que cambió vidas

Más de 12,000 interacciones educativas, miles de horas de capacitación y un compromiso colectivo que trasciende las cifras. En un conversatorio entre instituciones públicas y privadas, se evidenció que la educación vial no es solo una serie de reglas, sino un acto de empatía, de cuidado mutuo y de reconocimiento del valor de cada vida en la vía.

Maximiliana Manzueta, directora de Enevial, expresó con convicción: “La educación es la herramienta fundamental para cambiar la realidad vial del país”. Y es que, detrás de cada cifra, hay historias humanas: un motoconcho que, gracias a una capacitación, aprendió a reducir su velocidad y evitar un accidente; una joven delivery que ahora conoce las buenas prácticas para protegerse y proteger a sus pasajeros; un niño que, al ver a su madre usar el cinturón, entiende que la seguridad empieza en casa.

Actividad con Motoconchistas

La tecnología y la colaboración como aliados

El éxito de Mayo Amarillo se reflejó en la colaboración de diferentes actores: plataformas digitales, aseguradoras, instituciones gubernamentales y organizaciones sociales. La plataforma Nippy, por ejemplo, facilitó que trabajadores independientes accedieran a formaciones sin interrumpir su jornada laboral, demostrando que la innovación puede ser un puente para la inclusión y la protección.

Martín Marcaida, CFO de Nippy, compartió una reflexión que toca el corazón de la verdadera transformación social: “Los esfuerzos por mejorar el tránsito y las condiciones laborales de los motoconchos deben articularse en conjunto. Nippy busca sumar valor donde ya existen iniciativas clave para mejorar el tránsito y, especialmente, la vida de los trabajadores. Porque al final, todos queremos calles más seguras y un país donde cada trabajador pueda desempeñar su labor con dignidad y protección”. Este mensaje refleja que, más allá de las cifras y las campañas, lo que realmente importa es unir esfuerzos, escuchar a quienes están en la calle y trabajar en equipo para construir un futuro más humano y justo para todos.

Fernando Lloret, de la Alcaldía del Distrito Nacional, compartió que están desarrollando proyectos específicos para mototaxis, como reducir la velocidad y crear paradas formales que ordenen el tránsito, siempre pensando en la seguridad de los conductores y los peatones.

Protección y formalización: un acto de justicia social

Sura y Seguros Chat coincidieron en que asegurar a los motoconchos no solo es un acto de protección, sino también de justicia social. Nicole Hernández Núñez destacó que, a través de alianzas estratégicas, se busca ampliar la cobertura de seguros y formalizar a un sector que, por años, ha sido invisible pero fundamental en la movilidad urbana.

El programa Motoben, impulsado por el Intrant y liderado por la plataforma Nippy, representa un paso decisivo hacia la formalización de más de 400,000 motoconchos en el país. La capacitación digital y la exigencia de documentación oficial son acciones que dignifican el trabajo y protegen la vida de quienes hacen posible que la ciudad funcione.

Un mensaje de esperanza y compromiso

El cierre de Mayo Amarillo dejó una enseñanza clara: cuando el sector público y privado unen sus esfuerzos con una visión humanista, los cambios son posibles. La seguridad vial no solo es una política, sino un acto de amor colectivo, una inversión en vidas, en familias, en comunidades enteras.

Cada historia, cada capacitación, cada iniciativa, es un paso hacia un futuro donde las calles sean espacios de respeto.

Wendy Berroa Hernández

Wendy Berroa Hernández

Soy una seguidora del "buen gusto" que tiene licenciatura en Comunicación Social, mención Periodismo de la UASD. Con Maestría en Comunicación Corporativa, APEC. Además, tengo estudios en Ceremonial y Protocolo institucional, Técnico Profesional en Ceremonial y Protocolo, Inst. 173 Argentina.
También, cuento con algunos diplomados en Relaciones Públicas; Marketing digital y redes sociales; locución, entre otros.

Más leídas