El poder de la lengua

El poder de la lengua

La lengua es un órgano muscular móvil cuyas funciones son la masticación, la deglución y el sentido del gusto.

Pero, también, su capacidad para el lenguaje la convierte en una de las partes más potentes que tiene el cuerpo humano.

La Biblia advierte sobre su poder.

Proverbios dice que hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada (12:18).

Describe al individuo que divide hermanos, familias y amigos. Así como corta la espada, él destruye el carácter, la reputación y el buen nombre de los demás.

El apóstol Santiago plantea que a pesar de su pequeñez, la lengua se jacta de grandes cosas.

“He aquí !cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno (3:5-6).

Moisés, el gran legislador judío, dijo lo siguiente: “No andarás chismeando entre tu pueblo”. Levítico 19:16

Al comentar este texto, John Gill dice que se refiere a las personas que andan de un lugar a otro,  cual comerciante,  esparciendo escándalos, calumnias y averiguando la vida privada y familiar de los demás. “Tal persona debía ser sacada de la comunidad y considerada como no grata”.

Los Salmos indican que el hombre deslenguado no será firme en la tierra. (140:11).

El deslenguado es aquel dado a hablar de los demás sin control.

Pero no es alguien de fiar, pues Salomón dice que el que anda en chismes descubre el secreto. No guarda nada.

“Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda”.     Proverbios 26:20

El refrán popular dice que el chisme averiguado, jamás es acabado.

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