En la casa de los Bombarderos del Bronx, fueron los Astros de Houston los que desplegaron la artillería pesada. Carlos Correa y George Springer despacharon sendos jonrones de tres carreras y los Astros vencieron el jueves 8-3 a los Yanquis de Nueva York en el cuarto juego de la serie de campeonato de la Liga Americana para tomar una ventaja 3-1 que se antoja irremontable.
Su tercera victoria seguida tiene a Houston a un paso de su segunda Serie Mundial en tres años. Con el mismo núcleo de jugadores que se consagró campeón en 2017, los Astros están a un paso de una pulseada contra los Nacionales de Washington.
Los Yanquis deberán vencer a Justin Verlander y Gerrit Cole, los dos ases de Houston, para tratar de forzar un séptimo juego.
Verlander será el abridor del quinto duelo la noche del viernes, midiéndose al zurdo James Paxton.
“Tenemos que ir concentrados, hacer nuestro trabajo y tratar de terminar la serie mañana», dijo Correa, cuyo jonrón en el sexto inning le convirtió en el jugador más más joven en la historia en llegar a los 10 en la postemporada.
A sus 25 años y 25 días de edad el jueves, el torpedero puertorriqueño superó a Albert Pujols — el dominicano llegó a los 10 tres meses antes de cumplir los 26 años.
“Significa mucho, de verdad que es algo bien especial poder ser el más joven en llegar a los 10 jonrones en la postemporada», comentó Correa. “Es el momento en el que el béisbol se pone más interesante y tu equipo te necesita más».
Nueva York se expone a quedar marginado de un Clásico de Octubre durante una década completa por primera vez desde la de 1910.
“Hemos jugado muy desprolijamente esta noche, no hay otra manera de explicarlo», dijo el manager de los Yanquis Aaron Boone. “Tenemos que voltear la página de inmediato».
Nueva York tuvo al abridor Zack Greinke contra las cuerdas en el primer inning, de la misma que lo hicieron ante Cole en el tercer juego. Pero el hit oportuno nunca llegó. Muchos fanáticos se habían marchado del Yankee Stadium para cuando el juego terminó, pasadas las 12:30 de la madrugada.
El gramado del estadio estaba seco la noche después que la lluvia impidió realizar el encuentro en la fecha programada del miércoles. Bajo advertencias de no lanzar objetos al terreno, los fanáticos de Nueva York trataron de sacar de quicio a Greinke, el abridor de los Astros.
Corearon “íDonald! íDonald!», su primer nombre, desde antes de su primer lanzamiento, y el ganador de un premio Cy Young de 2009 comenzó titubeante, transfiriendo con cuatro bolas seguidas a DJ LeMahieu.
Peleado con el control de su recta, Greinke empleó 28 lanzamientos en el primer acto y expidió tres boletos. Pero la sacó barata: sólo pudieron hacerle una carrera, producto de un boleto a Brett Gardner con las bases llenas. Minimizó el daño cuando ponchó con tres pitcheos a Gary Sánchez, el siguiente bateador, para el tercer out.
Su contraparte Masahiro Tanaka navegó sin sobresaltos las primeras dos entradas, insinuando el dominio de su salida de seis innings en la victoria 7-0 de Nueva York en el primer juego.