La Biblia y la historia humana están repletas de historias sobre individuos que alcanzaron grandes éxitos en sus vidas.

Al observarlos de cerca, notamos que tuvieron como común denominador varios elementos.

1. Abrigaron una visión de desarrollo.

El ser humano debe desear alcanzar algo. No puede cruzarse de brazo sin cifrarse metas. Esto es ver el futuro anticipadamente.

2. Tomaron el control de sus vidas.

No debemos perder el tiempo ni dejar que otros nos lo hagan perder. Tenemos que ser los arquitectos y constructores de nuestros destinos. El tiempo es un bien precioso que debemos saber invertir en aspectos que produzcan desarrollo.

3. Dibujaron y plasmaron la visión.

Todo cuanto existe, primero estuvo en la mente.

Jim Carey guardó en sus bolsillos lo que era su gran sueño, un contrato millonario como actor de Hollywood.

Los grandes creadores de cosas, primero hacen sus planos, bocetos, dibujos o maquetas.

Hay que visualizar lo que se quiere en la vida.

4. Desarrollaron un plan.

No es sólo el deseo. Hay que accionar sobre lo que se quiere. El monitoreo diario de la progresión es importante. Alguien que quiso ser escritor, empezó con una página diaria. Al final produjo lo que fue un éxito de venta.

El proyecto de tu vida empiézalo ya con un pequeño paso.

5. Disciplinaron la mente.

La mente es una trabajadora incansable. Pero debe ser enfocada sólo en lo que realmente nos interesa. Debe ser puesta a producir.

Un autor habla de ponerla a trabajar antes que ella sea la que nos domine con su divagación.

7. Siguieron principios y valores.

Dios usó a José por su condición moral, ética y espiritual.

Notó que contrario a los demás, era justo y que tenía en su corazón intensiones valiosas.