Desde noviembre de 2010, Taipei, capital de China Taiwán, es anfitrión de la Exposición Internacional de Flores de Taipei, evento responsabilidad de la Asociación Internacional de Productores de Horticultura (AIPH, por siglas en inglés).
En la exposición se exhiben más de 1,600 especies de plantas y 3,300 cultivos, y durante los seis meses de duración del evento está previsto utilizar unos 30 millones de plantas, incluyendo miles de flores autóctonas.
No obstante, los visitantes a la exposición han ido descubriendo en la misma la belleza de la cultura taiwanesa, la cual se pone de relieve a través de la celebración de miles de espectáculos culturales, así como también los logros locales en horticultura, ciencia y protección medioambiental. Cada una de las cuatro áreas de exposición y los 14 pabellones individuales están basados en el principio verde de reducir, reutilizar y reciclar. Ocho edificios ya existentes han sido reutilizados para el evento, mientras que las nuevas estructuras están comprometidas con los estándares de edificación verde y de diseño innovador.
En el caso del EcoArk, o Pabellón de Nueva Moda, la ingeniería autóctona de vanguardia ha transformado 1.5 millones de botellas de plástico en lo que es el primer edificio de plástico reciclado a gran escala.
Con la intención de reducir el consumo de electricidad, el EcoArk también cuenta con el uso de ventilación natural, luz diaria y sistema de iluminación LED, así como con sistemas solares y de energía eólica para generar su propia electricidad. El canal National Geographic tiene previsto presentar esta estructura pionera en un programa que se estrenará a finales de este mes de marzo.
Las 91.8 hectáreas de los terrenos de la exposición han sido perfectamente integradas en una de las ciudades más densamente pobladas en la historia de la exposición floral, y el Gobierno de la ciudad tomó la iniciativa de transformar un terreno adicional de 350 lugares públicos y privados para convertirlos en espacios verdes.
Los interiores de los pabellones no resultan menos impresionantes. El muy popular Pabellón de los Sueños, por ejemplo, presenta más de dos docenas de tecnologías pioneras propias de Taiwán.