¿El poder lo puede todo?

¿El poder lo puede todo?

POR MIGUEL CEARA-HATTON
En este momento, a pesar de lo acuciante que pueda ser la situación económica, estoy convencido que el principal problema del país es institucional, básicamente la ausencia de mecanismo de sanción, el irrespeto a los procesos, la falta de transparencia, la falta de procedimientos, la simulación y al final la concepción profundamente arraigada en las élites política-empresariales del país de que «el poder lo puede todo».

Si no hay soluciones en esta dimensión de la sociedad, los dominicanos estamos expuestos a una erosión permanente del Estado de Derecho y a cualquier aventura burocrática, política o empresarial que deteriore nuestras condiciones de vida (recordemos los bonos soberanos).

La crisis económica actual es el resultado del fraude cometido por un grupo de empresarios del sector bancario con la complicidad, por comisión u omisión, de parte de la burocracia y del estamento político, quienes no supieron, no pudieron o no quisieron poner los correctivos de lugar o aplicar la ley y las normas bancarias. El fraude de los bancos es el resultado de la falta de instituciones y de la capacidad que tienen los poderes facticos para hacer todo lo que les venga en gana con estos 8.7 millones de almas, unido a la concepción de que el poder político lo puede todo sin ningún tipo de límite ético y con pocos limites legales más allá de lo que puede ser el  mínimo en una sociedad civilizada que ha superado la tiranía.

Que yo sepa, nunca en la historia dominicana, tantos en tan poco tiempo han pasado a la pobreza: cerca de un millón de personas y todo por un fraude, por un delito y todavía no hay sanciones. El fraude, la ilegalidad y las simulaciones asociadas a la crisis financiera han tenido por lo menos cuatro aristas: ha sido una simulación la reforma bancaria y las normas prudenciales que se aplicaron durante los noventa desde la Junta Monetaria ya que la crisis de Baniner y de los otros bancos fue larvada en el seno de esas reformas. Es un fraude el hecho mismo del Baninter y es un acto de legalidad dudosa que debe establecer un tribunal, la socialización de la pérdida de Baninter. Finalmente, la Ley Monetaria y Financiara después de 10 años en el Congreso es hija de acomodos, componendas y complicidades, sino averigüe lo que pasó con las asociaciones de prestamos y con el monto del fondo de rescate bancario, entre otros temas.

Por último me pregunto: ¿por qué las autoridades monetarias no han dado a conocer el resultado de las auditorias de los bancos comerciales realizadas por el FMI?, si todo está bien, ¿por qué el secreto?. Necesitamos transparencia y ni las autoridades monetarias ni los bancos se han ganado el derecho de que confiemos en ellos. 

El problema eléctrico tiene su origen en la ausencia de instituciones, en la falta de sanciones y en la corrupción. En las negociaciones de tarifas y plantas con proveedores privados a precios de componendas y sobornos, a contratos mal negociados y a la ausencia de sanciones por no pago de la electricidad. En este momento el Banco Mundial y el BID pueden prestar más millones, pero si se mantiene la misma situación institucional del sector, al cabo de unos meses tendremos igual o más apagones con más deuda externa. De nuevo el poder lo puede todo y no hay sanciones.

La situación de los hospitales es consecuencia de falta de recursos pero también de falta de institucionalidad, problemas éticos y a la falta de sanciones. Veamos un ejemplo, la RD tiene una tasa de mortalidad materna de 180 por cada 100 mil nacidos vivos, esta es una tasa elevada dada los estándares internacionales.  La recomendación de los organismos internacionales es aumentar el  número de partos con asistencia del personal sanitario especializado y eso se hizo. En la actualidad el 98% de los partos son realizados por personal especializado, un nivel de país desarrollado, y con ese 98% el valor esperado de mortalidad debería ser 40 por 100 mil nacidos vivos, es decir un 27% de las 180 que tenemos actualmente (calculado con una muestra de 162 países con cifras en la vecindad de 2000-02). ¿Porqué la diferencia?. Debido a una pésima calidad de atención, a la simulación, a serios problemas éticos entre el personal de la salud, a la falta de sanción al personal sanitario especializado responsable de la situación, entre otros inconvenientes. 

Tres problemas: la crisis financiera, la crisis del sector eléctrico y la salud, tienen en mayor o menor medida en mismo origen el deterioro de un Estado de Derecho.

 El ciudadano «de a pie» está viviendo hoy como nunca el deterioro del Estado de Derecho debido a las complicidades, al clientelismo, a la simulación, a la falta de transparencia, a la justicia amañada, al uso abusivo del poder de las élites y a la concepción de que el «poder lo puede todo». Ojalá que el nuevo gobierno así lo entienda. Revertir esta situación no cuesta dinero pero requiere voluntad y su impacto puede significar un extraordinario alivio en la situación actual de la población. Ojalá, reitero, que el nuevo gobierno así lo entienda y no se pongan locos con los «carguitos» y a pensar que el poder todo lo puede. 

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cearahatton@verizon.net.do

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