Las consentidoras” es la recién galardonada novela de Tulio Matos Rodríguez, que trata de madres y tías solteras y la crianza hogareña sin figura paterna.

El tema me es demasiado conocido: hijos consentidos, conflictos entre papá y mamá, relaciones de fuerte dependencia emocional entre madres e hijos varones, quienes además cuentan con una cultura machista con demasiadas licencias, permisiva respecto a diversas patologías de la personalidad y de conducta social; la dificultad para asumir el rol de adulto, y que suelen identificarse con el papel y las actitudes de la mujer.

En este país, alrededor del 40% de los hogares están dirigidos por madres solteras (incluyendo clases medias y alta); quienes, sin embargo, no son necesariamente “apoyadoras” de malas acciones, aunque no siempre tienen el tiempo necesario para vigilar a sus hijos.

Muchas iglesias dan especial apoyo a madres divorciadas, quienes suelen salir victoriosas del duro proceso de criar solas a sus hijos. Para los especialistas, el asunto no es si la madre es soltera o no, sino de si son consentidoras o irresponsables en cuanto a la crianza.

Alfred Adler, uno de los padres de la psicología, dedicó mucho al tema de los niños consentidos, a sus dificultades para adaptarse a un mundo que no es tan amable con los que no siguen las reglas, base de su análisis del comportamiento y la personalidad neuróticos.

La doctrina cristiana advierte contra la idolatría de los hijos y de cualquier persona o cosa que se coloque en el pedestal que solo corresponde a Dios. Lo cual suele volverse contra la persona, hombre o mujer, que venera algo o alguien impropiamente.

El jefe de la Policía generaliza, impropiamente, a partir de probablemente observaciones o prejuicios propios; lo cual no es profesional ni científico. Pero además, es de esos hogares dominicanos de donde tendrá la institución que reclutar sus nuevos recursos humanos, para esa renovación institucional que urgentemente necesitamos.

Debemos esperar del director general de la Policía y demás autoridades se hagan acompañar de especialistas en psicología individual y en el área de reclutamiento y entrenamiento de recursos humanos, en la aplicación de tests actitudinales y aptitudinales, a cualesquiera que sean los aspirantes a formar parte de la nueva policía.

El general Then, probablemente, ha tratado de calmar ansiedades y expectativas en cuanto a “mano dura” y rigor en la selección de nuevos agentes. A quienes se les exigirá pedigrí y currículo, se les dará el entrenamiento, la paga, la dignidad y el respeto que la labor policial necesita.

Aparentemente, las cosas han mejorado en seguridad ciudadana. Pero la futura policía tendrá que enfrentar la delincuencia apoyada en tecnología moderna; por ello también los resultados esperados respecto al control de la delincuencia y el orden conductual, se tomarán su tiempo.

Habrá que retornar al servicio a los muchos agentes que están dando servicios a particulares, fuera de los estatutos policiales. Corregir el exceso de oficiales de alta gradación que no tienen funciones, y que solo esperan un ascenso para obtener una mejor pensión de retiro.

Alrededor del 40% de los hogares en RD los dirigen madres solteras

La futura Policía deberá enfrentar la delincuencia con tecnología moderna

Corregir el exceso de oficiales de alta gradación que no tienen funciones