ANGELA ROSSO
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Los productos de la canasta familiar que han experimentado mayores alza desde finales del pasado año hasta este primer trimestre de 2008 son el aceite, el pollo y la tuna.
El pollo congelado que a finales del año pasado era vendido a 15 pesos la libra, ahora se comercializa a 42 pesos la libra, lo que quiere decir que aumentó en 180%. Mientras un galón de aceite se comercializaba a 130 pesos a finales del año pasado, ahora se vende a 300 pesos, un incremento de 130%. Lo mismo sucede con una determinada tuna, que costaba 25 pesos, en el presente se vende a 55, para un incremento de 120%.
A estos productos sigue el Bacalao, cuya libra se vendía a 60 pesos y ahora se comercializa a 90 pesos. Asimismo, una lata de leche que era vendida a 550 pesos cuesta ahora 750. En este mismo orden, el pan en funda que costaba 10 pesos se comercializa a 30.
Estos precios, consultados en supermercados de la capital, dan cuenta de la carestía que han alcanzado los principales productos de la canasta familiar.
De acuerdo a una fuente consultada en este aspecto, el creciente aumento de muchos productos ha sido causa de que algunos supermercados hayan registrado bajas significativas en el volumen de ventas, debido a que muchos clientes han reducido la cantidad de bienes que adquirían normalmente. Cuenta que esas bajas en ventas han sido responsables también de que haya habido incluso despidos de personal de supermercados.
Pero la situación se hace todavía más difícil para los consumidores en general, quienes a medida que suben los precios ven sus sueldos reducirse.
En ese sentido, gerentes de supermercados aseguran que muchos clientes tratan al comprar de llevarse solamente lo imprescindible, y otros en repetidas ocasiones tienen que dejar artículos en las cajas al momento de pagar.
Así fue observada la situación en recorrido de reporteros de HOY.