UBI RIVAS
El presidente George Bush jr. sorprendió a la comunidad internacional cuando el 17 del presente mes de febrero, escogió y designó al veterano diplomático de origen británico, John Negroponte, como jefe de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos. Bush jr. asigna a Negroponte, un diplomático astuto, de mirada esquiva como es su entorno absoluto, para una posición de enorme y/o aplastante responsabilidad, como sólo es equiparable, para un no oriundo de Estados Unidos, al rol que endosó el entonces presidente Richard Milhous Nixon al alemán Henry Kissinger, el hombre que germinó la Diplomacia del Ping-Pong mediante la cual se acoplaron las relaciones USA-China, rotas desde el advenimiento de Mao Tse-tung al poder, en 1949.

Nadie cuestiona al talento abismal de Negroponte, quien ha sabido no solamente desempeñar con éxito las misiones que se le han endosado, sino que también ha demostrado en cada una de ellas una eficiencia y pericia fuera de discusión.

Negroponte, hijo de un armador griego, como Aristóteles Sócrates Onassis ó Stavo Niarchos, fue el embajador en Tegucigalpa y su actuación para socabar el protagonismo sandinista en Nicaragua fue decisivo, superando con creces la misión que en esa dirección le asignó el entonces presidente Ronald Reagan.

También procedió con su usual eficiencia para eliminar los brotes guerrilleros que comandaban los extintos Sinchoneros en Honduras, con sus recetas drásticas suministradas a los gobernantes de uno de los dóciles países Banana Republic que en realidad somos todos los arracimados al sur del río Grande, con una única mortificante añeja disención a la que se añade una nueva trova.

Bush jr. que no obstante su manifiesta dificultad en pronunciar una oración corta de su propia cosecha y que no prescinda de un telepromter, es evidente que en primer aspecto, dispone de un equipo de asesores eficientes y que en segundo término, encaja como anillo al dedo al stablisment del complejo militar-industrial, una de las dos bases fundamentales del poder USA que completa el Congreso, designa a Negroponte en esta delicadísima responsabilidad justo en el momento en que Siria e Irán, formalizan un pacto para defenderse de una posible agresión norteamericana.

La designación de Negroponte se produce justo 72 horas luego de que Teherán rechazara una demanda de la Unión Europea de discontinuar la construcción de un reactor nuclear, idéntico al que Israel posee en Dimona, en lo profundo del Neguev, sin que USA lo cuestione…

Resulta que las reservas de crudos de Irán son las segunda en importancia con 2,234 millones de barriles, sólo superada por Arabia Saudita que dispone de 3,066 millones de barriles. Le siguen Venezuela con 1,128 mmdb y Kuwait con 1,007 mmdb.

Arabia Saudita bombea diario 9.19 mmdb y a su vez Irán 3.95 mmdb, superando a Noruega que bombea 3.02mmdb, aunque Rusia produce 9.3 mmbd en su 90% consumo interno, y el gigante China 9.35 mmdb que consume todo doméstico. (Infografía de Hoy 29.09.04).

Puede, en consecuencia, deducirse, los propósitos múltiples, político, económico, de contención para preservar el enclave de USA en Oriente próximo que es el Estado de Israel, en momentos en que el presidente Bush jr. presiona al premier Ariel Sharón para que evaque Gaza y Cisjordania para dar cumplimiento a la Hoja de Ruta, de su cosecha y propiciar al diseño suyo de proclamar al Estado Palestino este año, medida con la cual aspira apaciguar tanto la retórica como la actitud del islam en esa área, y más allá.

El ponte negro de Negroponte podría significar mucho más de lo aspirado de él por el presiente Bush jr. Aguardemos. Pero el hombre, de entrada, no falla.