Australia. El potente ciclón Debbie, el más violento desde 2011, barría este martes el noreste de Australia, dejando a su paso lluvias torrenciales e intensos vientos que arrancaron árboles y techos y provocaron la evacuación forzada de miles de habitantes.
Varias islas frente al Estado de Queensland muy populares entre los turistas extranjeros porque están cerca de la Gran Barrera de Coral- fueron las primeras afectadas por la tormenta, que llegó con ráfagas de hasta 270 km/h.
El ciclón tocó tierra hacia mediodía (02H00 GMT) en el estado de Queensland, cerca de la ciudad de Bowen.
En un principio, las autoridades temían que el ciclón llegara de madrugada, durante la marea alta, lo que hubiera representado un riesgo muy elevado de inundaciones y de grandes olas. Pero la progresión de Debbie se frenó durante la noche y el ciclón fue degradado de categoría cuatro a tres, sobre una escala de cinco.
«Tuvimos la impresión de estar bajo el paso de un tren de mercancías, el viento hacía temblar el edificio» relató Cameron Berkman a la cadena ABC desde su lugar de vacaciones en Hayman Island, al norte del archipiélago de las islas Whitsunday. También reinaba el caos en Airlie Beach, principal punto de salida hacia las islas Whitsunday.
«Hay árboles derribados, vidrios rotos, techos que vuelan» indicó en Twitter Mark Ryan, ministro de Policía, Bomberos y Servicios de urgencia de Queensland.
La primera ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk, que calificó la tormenta de «monstruo» que duraría horas, afirmó que al menos 30.000 hogares se quedarán sin electricidad. «Nos preparamos a una larga y dura jornada», dijo, advirtiendo contra el riesgo de daños en las infraestructuras y de cortes de electricidad.