El PRD agota “El Séptimo de la Suerte”

El PRD agota “El Séptimo de la Suerte”

En vísperas de la nueva votación nacional del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para elegir candidato para los comicios presidenciales de mayo próximo, la confusión prevaleciente entre sus dirigentes y militantes es tan grande que pocos se atreven a vaticinar resultado.

[nf]Ni siquiera los más entusiastas seguidores del presidente Hipólito Mejía se sienten seguros de que saldrán gananciosos, pese a las ventajas que conlleva el poder, mientras entre los tres precandidatos antireeleccionistas prevalece el optimismo, después que dos encuestas propias recientes les otorgaron “amplias posibilidades” de salir airosos.

Si algo luce claro es que la militancia perredeista tiene una oportunidad de evitar la división de su partido y una casi segura pérdida del poder en mayo, votando contra el continuismo, ya que el triunfo de Hipólito Mejía sellaría la división marcada ya por la votación del pasado domingo que escogió a Hatuey de Camps candidato presidencial.

[nf][b]LA SUERTE ESTÁ ECHADA[/b]

[nf]La segunda elección primaria de candidato presidencial perredeísta a una semana de la que escogió al licenciado Hatuey de Camps candidato presidencial, podría implicar una profunda división del partido blanco, sarandeado por el proyecto reeleccionista del presidente Hipólito Mejía.

Hay confusión en el seno de la mayor organización política de la historia dominicana que este fin de semana se verá por primera vez con dos candidatos presidenciales electos en consultas a su militancia.

Un millón 900 mil personas aparecen en el padrón del PRD, según informó el jueves la Comisión Organizadora de esta convención, convocada tras una reunión del Comité Ejecutivo Nacional, al margen del presidente de la organización. Corresponderá a la Junta Central Electoral determinar cuál de las dos candidaturas será la que ostentará el nombre y los símbolos del partido fundado en 1939, durante el exilio antitrujillista y vigente en el país desde 1961.

El padrón anunciado es superior en 640 mil 471 inscritos al que rigió cuando fue electo candidato presidencial el presidente Mejía, el 20 de junio de 1999. En esa ocasión ascendía a un millón 259 mil 529. Para la votación que eligió los candidatos congresionales y municipales del 2002, sobrepasó el millón y medio. Según datos extraoficiales las cuatro precandidaturas participantes en este proceso habían inscrito unos 378 mil nuevos miembros.

Pero la gran mayoría no acudirá a las urnas. El boletín número 6 del escrutinio de 1999 computaba 534 mil 59 sufragios, con el 75 por ciento de los votos escrutados, cuando se dio ganador a Hipólito Mejía con el 74.35 por ciento. Aunque una fuente bien informada asegura que los sufragantes totalizaron sólo 338 mil.

Nadie tiene idea de cuántos ejercerán el voto este domingo 14. Hay interrogantes sobre qué porcentaje de los que participaron en la votación del domingo 7 acudirán de nuevo a las urnas. Si están en el padrón podrán votar. Por lo menos uno, José Rafael Abinader, de los participantes de la primera convención, ya exhortó a los suyos a volver a las urnas apoyando a Rafael Suberví Bonilla. Lo mismo se esperaba que haría un segundo a favor de Milagros Ortiz Bosch. Se da por hecho que muchos votarán ottra vez aunque no los manden.

Se atribuye a dirigentes medios haber planteado que “ya cumplimos con Hatuey y ahora vamos contra Hipólito”.

[b]El poder y la tradición[/b]

Partiendo de la tradición, la generalidad de los observadores considera que el poder presidencial terminará imponiéndose el domingo en las filas del PRD, por más que las encuestas, profesionales y partidistas, y la percepción general han registrado un rechazo mayoritario del proyecto continuista de Mejía, incluso en las bases perredeístas.

La constante histórica es que los presidentes se han impuesto dentro del partido y en el electorado. Aunque hay quienes creen que las circunstancias actuales establecen algunas diferencias importantes.

En primer lugar se trata de un partido de arraigada tradición anti-reeleccionista, donde los partidarios del presidente Antonio Guzmán fracasaron en el intento. Segundo, la elección es con voto universal de miembros, no por cientos de delegados como era la tradición y para ganar se requiere la mayoría absoluta. Y tercero, que probablemente ningún presidente se lanzó a la búsqueda de una reelección en medio de una crisis económica tan profunda como la actual.

En las últimas semanas el Proyecto presidencial Hipólito (PPH) ha lanzado una gran ofensiva tendiente a ganar adeptos, regalando madera, zinc, empleos y hasta dinero, según afirman sus contradictores internos. Lograron inscribir 200 mil nuevos miembros en el padrón del partido, el doble de los 103 mil que captó la doctora Ortiz Bosch y el triple de los 66 mil que habría inscrito el grupo de Suberví Bonilla.

Muchos de los nuevos perredeistas serían empleados de los organismos estatales y beneficiarios del poder. Pero con el sistema de boleta única y voto secreto, nada garantiza que aún se sientan obligados a votar por el presidente Mejía. Ellos también sufren las consecuencias de la terrible devaluación e inflación del último año.

Los precandidatos anticontinuistas cuentan con que hasta los perredeistas empleados o favorecidos por el PPH hayan sido influidos por el rechazo que sufre la imagen presidencial en la población y actúen conscientes de que con la repostulación del mandatario pierden el empleo”, como estima Nelson Marte, cabeza del buró de comunicaciones de la vicepresidenta Ortiz Bosch.

Marte tiene la convicción de que los perredeistas saben que “con Hipólito no se gana”, y que irían al suicidio; “lo han sabido por las encuestas, en las guaguas y en el colmado”.

[b]LA ENTRADA DE LA SUERTE[/b]

Un “teórico” perredeista, funcionario gubernamental, por lo que sólo habla bajo confidencialidad, estima que la votación de este domingo es como el séptimo episodio, o la tradicional “la entrada de la suerte” en el béisbol, cuando el equipo que está perdiendo claramente debe reaccionar sobre todo si batea su tanda fuerte.

Las bases del partido blanco tienen la oportunidad de liquidar el proyecto continuista y salvar la unidad del partido. Con cualquier candidato que no sea Mejía queda abierta la posibilidad de reunificación con los que celebraron la otra convención.

Al mismo tiempo rescatarían la tradición antireeleccionista del PRD y podrían intentar competir con la candidatura del Partido de la Liberación Dominicana, encarnada en el doctor Leonel Fernández, a quien las últimas encuestas sitúan con más del 50 por ciento de las preferencias electorales.

Entre los anticontinuistas del PRD prevalece la esperanza de que sus bases no se dejarán influir por las dádivas gubernamentales y que seguirán la consigna de “vergüenza contra dinero” lanzada por el profesor Juan Bosch para los comicios de 1962, y rescatada por José Francisco Peña Gómez en los de 1978: “Si te dan dinero, cógelo, si te dan comida cógela. Pero a la hora de votar recuerda bien que el PRD es el buey que más hala y la luz que más alumbra”.

Desde luego, debe contarse con que el PRD donde esa consigna surtió efecto era el de hace décadas, y que la política tenía entonces mucho de idealismo y convicciones que en los últimos años han sido sustituidos por el clientelismo, el rentismo y el ventajismo.

Cualquier cosa puede pasar en la elección del domingo, a juicio de inteligentes dirigentes perredeístas. Cuando fue preguntado esta semana delante de varios periodistas, un influyente legislador del partido blanco respondió, a condición de que no lo citaran, diciendo: yo lo único que puedo decirles es que voy a votar por el presidente Mejía, porque tengo un compromiso con él, pero no les puedo vaticinar cuál será el resultado”.

Y hasta Eligio Jáquez, el coordinador del PPH , reconoció en Teleantillas el jueves, que las circunstancias no son para el triunfalismo. Tal como indica una encuesta de una firma vinculada al gobierno, publicada esta semana, donde apenas le atribuyen al mandatario el 51 por ciento de los votos. Y Jáquez reconoció que ningún competidor dice por adelantado que va a perder, aunque él espera que las bases perredeistas sean generosas con el presidente Mejía.-

[b]LA ALTERNATIVA: ENTRE MILAGROS Y FELLO[/b]

Las encuestas de las últimas semanas de Milagros Ortiz y Fello Suberví coinciden en darle la victoria a la sumatoria de votos pactada entre ellos y Emmanuel Esquea, ambas con más del 60 por ciento. Pero difieren en cuanto a quien quedará en primer lugar para ser el candidato o candidata. Cada quien hala para su lado.

Un dirigente tan ponderado como el doctor Tirso Mejía Ricart estimaba que Suberví Bonilla podría tener una “ligera ventaja” sobre Milagros, por lo que él prefirió renunciar a la comisión organizadora para anunciar el miércoles su respaldo a la vicepresidenta, convencido de que ella es la que tiene mayores posibilidades de rescatar los principios del perredeismo y el voto perdido en la clase media, y sobre todo de competir frente a Leonel Fernández. Lo mismo aprecia Hugo Tolentino, quien también llamó a escoger a Milagros Ortiz Bosch.

La doctora Ortiz Bosch aparece como la principal heredera del discurso socialdemócrata de Peña Gómez y tiene excelente acogida en la sociedad civil y en los segmentos de clase media periféricos al PRD, incluso en ámbitos cercanos al PLD. Acumula el mayor porcentaje personal de votos, cuando logró el 64 por ciento para ser electa senadora por el Distrito Nacional en 1994.

La fuerza de Fello Suberví descansa mayormente en las bases populares del PRD. Prácticante del clientelismo y un trabajador de la política sin tregua, se ha levantado desde abajo, y ha ejercido la secretaría de Turismo con éxitos, pero tiene severas dificultades de aceptación en las clases medias y altas. Tiene como ventaja que sería más aceptable para el PPH.-

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