El PRD de hoy

El PRD de hoy

¿Cuál es la tarea inmediata de un partido como el Revolucionario Dominicano que, aunque haya demostrado que posee la mayor militancia y simpatía, le roban las elecciones que ganó? ¿Cuantas veces permitirá el Partido Revolucionario Dominicano que le roben las elecciones?

Lo de ahora es la nueva acción, para enfrentar los nuevos retos, los de ahora y los que vienen. ¿Y cuáles son los retos de hoy?

Cuando Juan Bosch se fue a vivir a Europa, a finales de 1966, dejó el Partido Revolucionario Dominicano en manos de un grupo de jóvenes cuya edad promedio era de unos 27 ó 28 años.

Tamaña encomienda, mantener un partido tan importante, tan enraizado en el corazón de los dominicanos, una organización con tanto futuro, con tantas simpatías, con tanta gente en busca de un destino mejor para sí y para todos.

Nadie pensó que la tarea era ímproba, insalvable, la decisión fue clara y unánime: a trabajar por el Partido que representaba la voluntad popular, a trabajar por el partido de la esperanza nacional.

¿Por dónde comenzar? Por la parte más gruesa, por el pueblo, por la mayoría.

¿Y cuáles debían ser las tareas inmediatas una vez tomada la decisión de trabajar para mantener activa la organización?

Me refiero al trabajo de los jóvenes del PRD, los mayores jugaban un papel de representantes ante el poder, pero el trabajo de base, por supuesto que lo hacíamos los jóvenes.

Se emprendió la tarea en dos direcciones: la capacitación, la concienciación y una profunda reorganización de abajo hacia arriba.

Creamos la “Universidad Popular Yolanda Guzmán” que durante dos o tres años entrenó, capacitó a centenares de jóvenes en los rudimentos de la política, con énfasis en historia nacional, historia del PRD, oratoria, introducciones a la economía, geografía económica y otras materias, la mayoría impartidas por dirigentes de la Juventud Revolucionaria Dominicana.

El próximo paso fue consolidar los locales del partido en todo el país y la reorganización y elección de los comités de base, piedra angular sin la cual no existiría el PRD.

Además, les dimos vida y tareas a los comités de base para que formaran, organizaran y lideraran todo el movimiento social de sus demarcaciones: juntas de vecinos, clubes deportivos, culturales, de madres, estudiantiles, sindicatos, gremios. Fue una política totalizante ejecutada en todo el país.

La elección de los miembros de comités de base, zona, municipales, provinciales, permitió una selección de líderes entre líderes, como veía Juan Bosch la organización política. De ese modo no había dirigentes inorgánicos.

Si tenemos la experiencia, la militancia aguerrida y dispuesta, sigamos éste o un plan similar, pero hagámoslo ahora, en todos los frentes, al mismo tiempo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas