RAIMUNDO TIRADO
El PRD, luego de celebrar sin tropiezos su convención interna y trabajar en la consolidación de la unidad partidaria, tiene lista su maquinaria para la confrontación con el candidato oficialista, y parar tomar la bandera de la oposición al gobierno peledeísta.

En estos momentos que la popularidad oficial se desmorona como resultado de los desaciertos cometidos por el actual gobierno del PLD, es cuando toda la maquinaria perredeísta debe ponerse en funcionamiento para denunciar los actos oficiales que están afectando negativamente los intereses de la sociedad dominicana.

Debe planificarse una acción bien coordinada de la autoridades del PRD con el candidato presidencial y sus equipos de campaña, para producir un ataque combinado que ponga al desnudo los desmanes cometidos por los peledeístas en el ejercicio del poder.

El PRD tiene que convertirse en el buque insignia de la posición política, en el abanderado de los acuciantes problemas del pueblo, en el auténtico representante de los intereses nacionales, en el defensor de los dominicanos más vulnerables, y en el portavoz de todos los sectores que están reclamando sus derechos al gobierno.

El candidato presidencial perredeísta y sus voceros tienen que ser contundentes en sus señalamientos, firmes en sus denuncias, claros en sus discursos, y actuar en consonancia con el corazón del pueblo.

Terminó el tiempo de congraciarse con los que se han burlado de la buena fe del pueblo que votó por ellos pensando que se habían arrepentido de sus desmanes del pasado.

La alta dirección del PRD, por su lado, tiene que aumentar la presión ante todas las debilidades gubernamentales, aumentar su comparecencia a los medios de comunicación, reunir con más frecuencia a los altos organismos del partido para discutir semana tras semana los últimos acontecimientos de la política nacional y asumir posición frente a ellos, como lo hacía Peña Gómez en el pasado.

Que las decisiones tomadas en los altos organismos sean bajadas a la dirección media y de base, para que el mensaje de oposición sea coherente en todas las unidades partidarias a través del territorio nacional.

Los voceros de campaña del candidato presidencial perredeísta no pueden quedarse atrás. Tienen que armar un equipo que salga al ruedo bien apertrechado, con un discurso bien unificado y contundente que no deje lugar a dudas y que concite la simpatía y buena disposición del pueblo de apoyar al PRD y sus candidatos en las próximas elecciones nacionales.

Los errores que están cometiendo los peledeístas a su paso por el poder van cavando la tumba en la que el país los enterrará sin contemplación el 16 de mayo del 2008, siempre y cuando la oposición juegue su papel a la altura de las circunstancias.

Es por eso que la dirigencia del PRD tiene que amarrarse muy bien los pantalones, y asumir una postura valiente, sin contemplaciones frente a las injusticias y privilegios, y armado con los principios y la vergüenza de José Francisco Peña Gómez.

Si lo hace así, de seguro desalojará del poder a los engreídos peledeístas para instaurar un nuevo gobierno que esperamos no haga más de lo mismo y que por fin pueda satisfacer las necesidades más sentidas del país.