El PRD debe saber

El PRD debe saber

Bonaparte Gautreaux Piñeyro

Uno de los problemas más difíciles de la construcción y mantenimiento de la democracia es el equilibrio entre los poderes públicos.

El Poder Legislativo crea las regulaciones para que haya armonía entre los ciudadanos y el poder, el Poder Judicial debe aplicar las leyes con independencia y el Poder Ejecutivo debe administrar y hacer cumplir las decisiones de los otros dos poderes.

En la práctica hay un poder derivado del ejercicio de la democracia: el poder de la oposición, dado que un Gobierno sin partidos independientes, contestatarios, autónomos, dotados de sus propias leyes y reglamentos, se convierte en una dictablanda, en una dictadura o en una tiranía.

De ahí el extraordinario valor de los partidos como representantes de un porcentaje de la voluntad popular que difiere, que es distinta de la voluntad de los que mandan.

El partido político es el primer lugar donde el ciudadano aprende a ejercer la democracia, puesto que con su parecer contribuye a conformar una parte de la opinión pública, que se expresa de tan diversas formas como el pueblo entienda que debe manifestarse.

La vida interna de los partidos debe ser respetada mediante el cumplimiento de los estatutos y reglamentos por parte de los dirigentes elegidos por la militancia, del mismo modo que los miembros deben acatar las decisiones de la mayoría, como una regla de oro que facilite el ejercicio de los deberes y derechos de cada uno.

El único modo de que una organización política, un partido, una agrupación, un sindicato, un gremio se mantenga, es mediante el respeto a su propia institucionalidad, sin trampas y sin el padrinazgo de personas o fuerzas extrañas.

Un partido político es una institución donde confluyen personas y fuerzas que postulan las mismas ideas sobre el qué hacer para que la sociedad donde opera tenga mejores oportunidades de buscar el modo de vivir sin temor al poder del gobierno, de los militares, de fuerzas extrañas a la organización.

Sólo manteniendo y sosteniendo un partido de oposición poderoso, se contiene a los enemigos de la democracia cuyo único fin, desde el gobierno o desde una engañosa oposición, es lucrarse del poder.

La unión de pequeños esfuerzos y sacrificios, dirigidos con voluntad creadora, puede lograr que la democracia sea una realidad permanente que debe ser cuidada por todos, con la delicadeza con que se cultiva una flor de invernadero.

El pueblo dominicano vive bajo una dictablanda que sólo puede ser enfrentada con éxito por una oposición sana, democrática, decidida e independiente del Gobierno y su partido, por eso hay que sacar al traidor Miguel Vargas y a sus cómplices, para que vuelva a brillar en el PRD la bandera blanca de la libertad, para que el pueblo recupere la esperanza.

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