El PRD en la encrucijada

El PRD en la encrucijada

LUIS SCHEKER ORTIZ
«Vergüenza contra dinero», proclamaba el líder de entonces, legitimando con su conducta la noble consigna. Si la vergüenza política primara en el país, el PRD daría un bello ejemplo de moralidad renunciando su actual dirigencia, masivamente a sus cargos oficiales luego del rechazo de un 68% de la militancia consultada por dicho partido.

Sería un hermoso ejemplo de civismo, una magnífica oportunidad para que el Partido de la Esperanza, vuelva a serlo. Para que el Jacho que una vez simbolizó la libertad, la democracia y la decencia no se apague irremisiblemente. Para que sean renovados su estatutos, y surja de la renovación, nuevos dirigentes y nuevos líderes nacionales que reemplacen a los rechazados, a los que han hundido al Partido Blanco en un lodazal de ignominia, de absoluto descrédito, según la opinión abrumadoramente mayoritaria de sus propios miembros.

Pero no. La cúpula del PRD sigue en sus trece. Se mantiene inconmovible. Los mismos dirigentes impugnados oficialmente por una encuesta que los tilda de incapaces, que los acusa de la derrota sufrida, se empeñan, ellos solos, en desconocer el mensaje subliminal, ocultando la cabeza ante al peligro, como dicen hace el avestruz.

El PRD es un partido insólito, de grandes luces y sombras que va de lo sublime a lo ridículo. Con un pasado glorioso y en presente vergonzante, que no se puede ignorar aunque duela y donde aún se piensa que hundiéndose puede salvarse.

Y es una verdadera lástima tanta obcecación y tanta vanidad reunidas, incapaz de comprender que lo mejor de su historia pasó y que es hora de auto criticarse y ceder el paso; ya que lo único que puede pasar es que brote de esos viejos ramos nueva savia, sangre que surja alimentada de las raíces de un pasado luminoso y que, libre de impurezas, emprenda el duro camino de la renovación y vigorización de sus principios que le dieron razón de ser para bien del país y de la democracia.

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