El PRD en la picota

El PRD en la picota

MANUEL A. GARCÍA SALETA
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Por fin surge un dirigente político del Partido Revolucionario Dominicano que pone el dedo en la llaga y dice la verdad, la realidad y la razón por la cual el PRD perdió la última elección, cuando el PPH decidió reelegir al presidente Hipólito Mejía para las elecciones del 2004, después que el país sufrió todas las barbaridades de un gobierno dirigido y manipulado por una serie de funcionarios incompetentes unos y otros inteligentes y preparados pero que actuaron solamente para ayudarse ellos mismos, sus amigos y los subordinados que les servían incondicionalmente para la maldad y la corrupción en contra de un pueblo desamparado y sufrido.

Deseo, como humilde dominicano que soy, felicitar y aplaudir las declaraciones de Tonti Rutinel, que en un acto de civismo, de sinceridad, responsabilidad, desprendimiento y valentía, expone, claramente, cual es la verdadera situación del Partido Revolucionario Dominicano y las motivaciones, reales y verdaderas, por las cuales perdió las últimas elecciones el PRD con Hipólito Mejía como candidato y también hay que anotar, los fracasos de los tres gobiernos anteriores cuyos presidentes, elegidos por el pueblo dominicano, creyendo en su plataforma política, que presidieron el primero profesor Juan Bosch, 1962; un segundo don Antonio Guzmán, 1978 y el tercero, doctor Salvador Jorge Blanco en 1982.

Al primero le dieron un golpe de Estado, el segundo se suicida y el tercero fue condenado a 20 años de prisión. Con este record de los gobiernos del PRD, debió hacerse un análisis profundo desde entonces, de las causas y motivos por los cuales habían sucedido estos bochornosos acontecimientos y tratar de corregir los errores cometidos y los hechos realizados.

No es posible que un partido de tanto arraigo en la población dominicana no haya podido gozar de sus gobiernos por la cabeza dura de algunos dirigentes que tienen 42 años queriendo manipular y dirigir un partido que en estos últimos años, ha fracasado rotundamente en los gobiernos que ellos han elegido.

Les rogamos, por Dios, que oigan, escuchen y entiendan que para que el PRD vuelva a tener vigencia en el país como partido político, tienen que acoger las proposiciones que les está planteando Tonti Rutinel y porque no, también a la posición valiente y responsable que mantuvo Hatuey de Camps, frente a la reelección de Hipólito Mejía.

Señores, solamente mentes enfermas y despistadas, podían creer que el gobierno que presidía Hipólito Mejía podía ganar unas elecciones nuevamente, habiendo producido un gobierno tan desastroso, malicioso, dañino, perjudicial y corrupto para todos los dominicanos, que vivimos en esta querida y amada República Dominicana, votaran nuevamente por la candidatura de un presidente que realizó un gobierno malo.

¿Quién no fue perredeísta en este país, después de la llegada de esos tres valientes dominicanos que arribaron en julio del 1961? Lógico, ya ajusticiado el dictador Rafael Leonidas Trujillo.

Recordamos como ahora, cuando todos los dominicanos acudimos, masivamente, al primer mitin del Parque Colón y aplaudimos con emoción, sinceridad y respeto a esos señores que llegaron a nuestro país en esa fecha, asegurándonos que la democracia iba a resurgir en el país muy pronto con el PRD a la cabeza. Aunque el peligro no había desaparecido en su totalidad; todavía quedaban los residuos de los sicarios trujillistas que solamente tenían como normas de vida, el asesinato y al atropello contra la población indefensa. No menciono los nombres de los tres caballeros, porque con el tiempo, también ellos cambiaron sus principios, ideales y sus luchas y se adhirieron apoyar a los que fracasaron una y otra vez frente al pueblo dominicano, con los gobiernos que conquistó ese partido.

Todos los buenos dominicanos queremos, deseamos y esperamos que el PRD surja como un partido cambiado, con ideas nuevas, adaptadas a las nuevas normas y avances tecnológicos, que debe regir una democracia auténtica, con vocación de servicio y que el gobernante que sea elegido, si vuelve a suceder, sepan que la presidencia no es para actuar a favor de su partido, de su gabinete o de sus familiares, sino que él es, el presidente de todos los dominicanos, y que su misión es ayudar y proteger a todos los ciudadanos sin distinción ninguna, que nacieron y viven en esta querida y amada tierra.

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