El PRD Mayoritario

El PRD Mayoritario

A su debido tiempo, cuando la fruta está pintona, el PRD Mayoritario decide que es el momento oportuno para movilizar las masas que esperaban, no estaban dormidas.

La disciplina es un elemento fundamental en cualquier organización, la disciplina, la solidaridad, el respeto a los derechos de los demás, el reconocimiento de los méritos ajenos, saber colocar cada cosa en su lugar y tener un lugar para cada cosa.

Ahora es el momento. La marcha caravana de Nagua abrió el camino para sacar el pueblo a las calles a demandar lo que le corresponde: la oportunidad de vivir en una sociedad digna donde se respeten escrupulosamente los derechos de cada cual, donde el reclamo de un ciudadano sea igual al reclamo de cualquier otro ciudadano, donde tengamos acceso y respeto a una administración de las reglas decente, equilibrada y respetuosa de la Constitución y las leyes, tribunales honestos y estables con jueces incorruptibles. Eso es lo menos que tenemos el derecho y el deber de reclamar.

También demandar, exigir, el cumplimiento de la Ley de Gastos Públicos para que no tengamos un Presidente de la República repartiendo millones como si se tratara de un prestidigitador que saca conejos de una chistera, en un ejercicio ilegal del uso de los fondos del erario que no han sido asignados en el Presupuesto para esos fines.

Tenemos el derecho y el deber de reclamar pulcritud en el manejo de los fondos públicos a legisladores, ministros, funcionarios, jefes militares y policiales, no solo al Presidente de la República. Debemos vigilar y supervisar el uso de los fondos asignados a Educación, Agricultura, a Salud Pública y el manejo de los recursos en hospitales y centros de salud gubernamentales.

El PRD Mayoritario sale a las calles a demandar que el Gobierno actúe en beneficio del pueblo, dentro de su propia legalidad, como exigiera Juan Bosch a Joaquín Balaguer en su momento.

Lo que queremos y demandamos es que el Gobierno actúe como dijo que actuaría, que obre correctamente o se quite la careta, para que no merezca aquella frase con la que Balaguer apostrofó a Bosch cuando dijo que este último era un “demagogo con cara de redentor”.

Sólo exigimos que el Gobierno actúe con firmeza, pero sin abusos, con inteligencia y decisión, para que facilite que el pueblo pueda disfrutar de un sistema de seguridad pública que, sin ser abusivo o arbitrario, domine la hidra de siete cabezas en que se ha convertido la delincuencia en nuestra sociedad.

Denunciamos el alto costo de los alimentos y medicinas.

Esos y otros reclamos fueron los respaldados por multitudes entusiasmadas en marchas celebradas en Nagua, Mao, Azua. Este domingo le toca a San Francisco de Macorís.

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