Con las divisiones históricas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) las sedes centrales  quedan en poder de las facciones que abandonan la organización, como sucedió en el 1973 cuando el profesor Juan Bosch abandonó esa entidad y se quedó con el local que hoy es la casa nacional del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Lo mismo ocurrió en el  2004, cuando el entonces presidente del PRD, Hatuey Decamps, fue expulsado por su diferencia con Hipólito Mejía y la reelección presidencial, y este se quedó con la casa nacional ubicada en la avenida Bolívar, que hoy es sede del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD).

En estos momentos en los  que el partido blanco es amenazado por una nueva división, falta por ver cuál de los grupos, el que encabeza el excandidato presidencial Hipólito Mejía o el de Miguel Vargas Maldonado se queda con la casa nacional, ubicada en la Winston Churchill.

El PRD está a las puertas de su tercera gran división en los últimos 15 años, cuando los partidarios de Mejía y de Vargas Maldonado reviven las expulsiones y sanciones, convocando de manera paralela los máximos organismos, como la Comisión Política y el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

El PRD que controla Mejía suspendió en sus funciones como presidente del partido a Vargas Maldonado y expulsó a otros dirigentes, durante una reunión de la Comisión Política el pasado viernes primero de junio.

En tanto que el PRD que encabeza Vargas Maldonado convocó el pasado domingo al Comité Ejecutivo Nacional, reunión en la que evacuó  nueve resoluciones, entre ellas la suspensión de Andrés Bautista como presidente en funciones, bajo la acusación de haber usurpado funciones del presidente.

El CEN-MVM también sometió a los secretarios general y de organización por ante la Comisión de Control, acusados de violar los estatutos.

La Comisión de Control la dirige el ingeniero Julio Mariñez, cuadro político de Vargas Maldonado.