POR LUIS M. CÁRDENAS
El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Vicente Sánchez Baret, advirtió anoche que esa organización no se quedará de brazos cruzados si el gobierno inicia una persecución contra los funcionarios del pasado gobierno. «Si se va a iniciar una cacería de brujas contra el PRD, nadie puede pedirnos que nos quedemos de brazos cruzados», planteó.

El doctor Marino Vinicio Castillo anunció que prepara sometimientos contra funcionarios del pasado gobierno y que probablemente tendrá que comparecer el ex presidente Hipólito Mejía.

El presidente del PRD dijo que hay que esperar que eso ocurra y que el PRD responderá de la forma que estime conveniente.

Dijo que le pidió a los diputados perredeístas que reclamen que los funcionarios del gobierno hagan público el interés que tienen de que se apruebe la reforma fiscal.

Manifestó que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el gobierno asumen como de ellos la reforma fiscal, pero que son ellos los que van a administrar los recursos que se generen por la aprobación de la reforma es el gobierno.

Explicó que el PRD dejó en libertad a los diputados para que tomen la decisión sobre algunas modificaciones al proyecto de reforma tributaria que le fueron planteadas por la dirigencia perredeista.

El presidente del PRD informó al terminar la reunión de la Comisión Política que entre los temas que discutieron fueron el informes de la Comisión Nacional Organizadora de la Convención, de la Comisión de Modernización, de la Comisión Nacional de Estatutos y de la Secretaría Nacional de Organización.

Explicó que en la reunión también trataron sobre la situación política nacional y escucharon una comisión de síndicos y un informe del Frente Estudiantil Social Demócrata (FESD).

Asimismo, aprobaron la solicitud de ingreso al PRD de Julio Romero, quien fuera dirigente del Partido Revolucionario Independiente (PRI).

Destacó que le organismo en su oportunidad ratificó la legalidad de las actuales autoridades de la organización que fueron escogidas en la convención y no cree que haya posibilidad de modificar la decisión libérrima y democrática que se tomó.