Aunque  para algunos los asuntos internos de los  partidos solo debe ser competencia de su militancia  y dirigencia, en realidad no es así, especialmente cuando se trata de los dos más importantes del país, puesto que lo que ocurra en ellos de alguna forma repercute en toda la nación, ya que como las únicas  organizaciones con posibilidades de alcanzar o mantenerse en el poder, interesa, afecta o beneficia a casi todos los dominicanos.

El PRD, que además de  se la más vieja organización  democrática con que contamos, luego de  su exitosa Convención del pasado 6 de marzo, la conducta de mesura de Hipólito Mejía como ganador y la rectificación de Miguel Vargas, imponiéndose la sensatez y la actitud facilitadora, se ha colocado en la delantera con miras a las elecciones venideras.

Lo que sucederá en el PLD que es la otra fuerza política en competencia,  está por conocerse,  pero de todas formas se prepara para el evento del año entrante, para lo que ha iniciado su proceso convencional, en cuyos resultados no hay dudas de que el gobierno impondrá sus manos,  lo que de ninguna forma debe desviar la atención ni las actividades  del PRD.

Lo que si se sabe es que ya el PRD cuenta con su candidato  y  debe culminar su proceso protocolar con la  proclamación de Hipólito Mejía por la Asamblea de Delegados, para que  cuanto antes arme todo su tinglado, integre sus diferentes equipos de campaña, se lancen a reagrupar todas sus fuerzas y a conquistar una cantidad de personas disgustadas y deseosas de cambios, manteniéndose  al frente todo el tiempo.

El PRD no solo se ha colocado al frente, sino que está probablemente en su mejor momento,  por lo que considero recomendable que todos los que de alguna forma hemos intervenido en el proceso convencional, debemos continuar  actuando imbuidos por el principio de la facilitación,  a fin de que mucho antes de que el PLD culmine su proceso, ya Hipólito Mejía y sus equipos de campaña junto a la dirigencia del partido, estén lanzados a las calles, llevando su mensaje esperanzador.

Y como lo que resta para la proclamación oficial del candidato, que siendo un aspecto institucional, legal y estatutario, es  fundamentalmente protocolar, sería recomendable que de común acuerdo, tanto la Comisión Organizadora, la dirigencia del partido como el protagonista del evento que lo es el candidato ganador Hipólito Mejía,  designen un Equipo de Protocolo, que agilice dicho proceso, para  que con el mismo entusiasmo que la gente participó en la Convención, culmine como una fiesta de fraternidad.

Y el tiempo es propicio, pues en  pocos días se inicia la Semana Santa, tiempo de recogimiento y reflexión cristiana, que debe ser aprovechado por quienes creemos en esos principios fundamentados en el amor y el perdón, para reafirmar nuestra fe y esperanzas hacia un mundo mejor, con un abrazo impregnado del mensaje de paz que nos enseñó Jesús.