[b]Señor director:[/b]

He dicho en algunas ocasiones, y lo repito ahora, que lo que pudiéramos llamar la «clase dominante» en nuestro país, muchas veces actúa como si no tuviera clara conciencia de que es eso: la «clase dominante» de nuestro país.

Está fuera de discusión que la debilidad, la falta de institucionalidad, el resquebrajamiento o la destrucción de cualesquiera de los partidos políticos, más aún si se trata de los principales, afecta seriamente el desarrollo democrático, lesiona la institucionalidad y todo el sistema que nos rige como nación. Lejos de conspirar contra las organizaciones políticas y las instituciones hay que trabajar por su fortalecimiento y consolidación.

Los Partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y Reformista Social Cristiano (PRSC) vienen con dificultades internas hace un buen tiempo, el PLD no, el PLD está sólido…

Al discurrir del tiempo el PRD ha demostrado gran capacidad de renovación, reunificación y recomposición interna cada vez que se ve inmerso en conflictos. Se ve claro que en la coyuntura actual no habrá de ser diferente.

Dentro de la gran camada de dirigentes perredeístas que en su momento adversaron la repostulación presidencial del agrónomo Hipólito Mejía, de los de mayor relevancia política, de los de mayor peso específico, de los más destacados y sobresalientes de estos dirigentes ya han manifestado públicamente su anuencia a la consumada candidatura presidencial de su partido, encarnada en el actual presidente de la República, agrónomo Hipólito Mejía.

«Yo soy perredeísta, y no puedo obrar ni votar en contra de mi partido». «Para que se reelija Leonel Fernández, mejor que se reelija Hipólito Mejía». «Doy mi apoyo, y daré mi voto crítico a la candidatura de mi partido, que ostenta el compañero Hipólito Mejía». «No voy a sentarme, de irresponsable a ver pasar el cadáver de mi partido pasar por el frente de mi casa…» Son de las principales expresiones de dirigentes como Milagros Ortiz Bosch, José Antonio Najri, Ramón Alburquerque, Rafael Gamundy Cordero, Marino Mendoza, Virgilio Bello Rosa y, lo de Rafael Suberví Bonilla, es cosa aparte, candidato vicepresidencial que complementa, compacta y consolida la candidatura del PRD.

Se vislumbra claramente la reunificación, la recomposición política definitiva de todas las fuerzas y corrientes políticas intra-PRD, con miras a concretizar su principal proyecto de la actual coyuntura: Mantenerse en el poder. Asimismo, se ve venir a mediano plazo un proceso de renovación e institucionalización de ese partido, todo lo cual es saludable y conveniente al país.

Muy cordialmente,

José Vicente Calderón R.