El PRD y Guido Gómez Mazara

El PRD y Guido Gómez Mazara

Confieso mi tristeza por la zurra electoral que sufrió el PRD, sin que necesariamente fuese partidario de ninguna tendencia política como militante, respaldando al candidato que entendí lo más beneficioso para el país, tanto del PRD como del PLD, nunca del PRSC. Jamás.

En la pérdida de una batalla, que no de la guerra, del PRD, sostengo en mi memoria, intermitente, como un semáforo cuando pestañea amarillo insistente, a Guido Gómez Mazara y con él, la trova promisoria que se arracima en el PRD.

Siendo muy niño, contemplaba el disfrute de Guido en su velocípedo, cuando residía con su admirable progenitora, mi amiga Carmen Mazara, en la calle Francisco Prats Ramírez, edificio MOAR, en el parqueo del mismo.

Transcurrió el tiempo, empecé a peinar canas y Guido a crecer física y políticamente, hasta devenir en un polemista formidable, en un interlocutor brillante, que percibí cuando tantas veces acudió a mi espacio de TV aunque fuese difícil contactarlo en su dificultoso celular.

Guido creció con los ejemplos de su progenitor, Maximiliano Gómez, El Moreno, y su quijotesca lucha contra el establisment que representaba el presidente Joaquín Balaguer, en el vórtice de la Guerra Fría que en ese entonces conducía el presidente Richard Milhous Nixon, árbitro durísimo de la presidencia imperial.

Guido tiene ejemplo de lucha por sobrevivir de su madre Carmen, representante de ventas de materiales de construcción, ejemplo de altruismo y sacrificio por los hijos en orfandad.

Confieso que admiro a Guido, aunque nunca le he tratado bis a bis, porque además de talentoso, carece de miedo, es osado, cuestionador, punzante, honesto consigo mismo y en él, atisbo una luz promisoria para el PRD en los de su generación, para que la grey original del profesor Juan Bosch y luego de José Francisco Peña Gómez, asuma el rol de ejercitar el mecanismo de la democracia dominicana.

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