El precedente de Falconbridge

El precedente de Falconbridge

El contrato inicial de Falconbridge muy pronto se demostró infuncional, y a pesar de ello normó la explotación por mucho tiempo. En él:

a) La inversión estaba compuesta, en dólares, por:

1.-Capital, de 25 millones.

2.-Préstamo de Loma Co. de 180 millones, con vencimientos variables hasta 20 años.

3.-Préstamo del Banco Mundial con garantía del Estado Dominicano, de 25 millones, a 20 años.

b) La empresa asumió su producción energética, con un oleoducto propio de Haina a los generadores en Bonao.

c) El Estado otorgó un régimen de depreciación acelerada para los equipos y maquinarias.

Los resultados no se hicieron esperar, imbricado como fue el inicio de operaciones con el primer espasmo de precios petroleros, así como con la elevación de las tasas de interés sobre el dinero.

Ese par de fuerzas aplicado sobre la operación llevó el proyecto al colapso en sus primeros años, e hizo desaparecer cualquier ilusión del Estado en ingresos provenientes de aquello que producía para pagarse a sí mismo exclusivamente: su energía, sus préstamos, su capital, y 1,900 trabajadores y empleados aposentados en la zona, con una vida mediocre.

Cuando el PRD ganó las elecciones de 1978, llevando entre sus ofertas de campaña “la revisión de todos los contratos con empresas extranjeras” y encargó al vicepresidente, Jacobo Majluta, de la dirección de las empresas estatales, lo que le daba una banqueta en el Consejo de Directores de la empresa, sus ejecutivos pensaron que la nacionalización venía, y se prepararon los planes de repliegue.

No fue así, el flamante vicepresidente se limitó a exigir la elevación de los emolumentos asignados a los directivos del consejo como retribución a sus presencias en las reuniones periódicas.

Más nada.

Pero, cuando el rinoceronte se despertó unos ocho años después, mientras se “esperezaba”, sacó un instante para decirles que si ellos no ganaban nada con la mina, ni el Estado tampoco, lo mejor era cerrarla para cuando por lo menos uno de los dos ganara.

Luego, con un nuevo contrato, nuevos precios, nuevos mercados, nuevos costos, la explotación se reinició.

Mientras, la empresa vivió de vender energía a la CDE.

¿Qué diferenció el segundo contrato del primero?

Lo diferenció el establecimiento de un royalty por la cantidad de material explotado.

En el caso Barrick pasa todo lo contrario.

La primera versión, firmada con Placer Dome, incluía la previsión del pago por material explotado.

La segunda, renegociada con Barrick Gold, no lo contiene, ni establece límites al apalancamiento de la inversión (relación entre el capital y el financiamiento bancario), ni tampoco ingresos adicionales para el concedente en función del precio de los minerales extraídos al venderse.

Ahí está el meollo del asunto.

Con las tasas de interés de hoy y con las reservas comprobadas de minerales existentes en Pueblo Viejo, a la empresa le será fácil conseguir los financiamientos necesarios y apalancar adecuadamente la operación, lo que le permitirá un pago rápido de la inversión total, recuperando la suya antes de cinco años.

Para eso están los contables y sus depreciaciones, los gastos operativos y de mantenimiento así como todos sus etcéteras representativos.

Después que todo eso acontezca, el Estado comenzará a recibir participaciones adicionales en las ganancias de la empresa.

Para que sea así interpuso en su tiempo sus buenos oficios el poder imperial en la persona de Bush.

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