El precio de las acciones de la Shell y del  Gobierno

El precio de las acciones de la Shell y del  Gobierno

POR ARTURO MARTÍNEZ MOYA
Mientras el Secretario de Hacienda, Vicente Bengoa, dice que sin endeudarse el gobierno podría comprar las acciones de Shell en Refidomsa, aclarándo de inmediato que la decisión final la tiene el Presidente de la República como al efecto, el Secretario Administrativo de la Presidencia no le deja márgen al Jefe del Estado, de plano descarta la posibilidad.

La diferencia, que parece de concepto pero que no lo es, porque en juego está el control de la refinación de crudos y la importación de derivados, el suministro de combustibles a 9 millones de dominicanos, es del cielo a la tierra. Lo que sí está claro es que en el gobierno del Presidente Fernández los objetivos son encontrados, y que al P.R.D. y a Miguel Vargas Maldonado le sobran razones cuando piden transparencia en la operación.

Tema sensible como el de los combustibles en países verdaderamente democráticos, como Chile por ejemplo, se maneja de común acuerdo con la oposición política, es la manera de evitar costos sociales innecesarios; en República Dominicana, como la democracia es de papel, el jefe del Estado no le da importancia a la opinión de la oposición, sin considerar las consecuencias sociales toma decisiones pensando en intereses de sectores, ahí está el ejemplo del tollo de la capitalización de la energía eléctrica.

Lo sensato es que el Presidente Fernández divida el pastel; apoyar que el sector privado local adquiera los intereses de Shell en el transporte interno combustibles, en las estaciones de combustibles y en otros negocios, y que el gobierno compre las acciones en la Refinería y en la terminal de importación. Las motivaciones sobran. Primero: El acuerdo Petrocaribe de gobierno a gobierno (con Venezuela) para adquirir crudos y derivados, el motivo principal por el que Shell deja el país, garantiza el suministro de combustibles a los dominicanos. Segundo: Controlando la refinación y la importación de derivados, el almacenaje en Haina no se convierte en un cuello de botella para el abastecimiento de combustibles.

La capacidad de almacenaje es reducida, sólo de 918,500 barriles de gasolinas y gasoil, 240,000 barriles de fuel oil y 68,000 barriles de gas licuado de petróleo, es decir, un promedio de 8 días de consumo. Se desabastece el país si por cualquier motivo a Haina no llega el barco que se programe semanalmente, en el pasado hemos tenido la experiencia. Y no sólo hablamos de gasolinas, gasoil y gas licuado de petróleo, también de combustible de aviación, el abastecimiento oportuno y sin demora de avtur es vital para la economía del turismo. Tercero: El apalancamiento en dólares de la refineria ya es un problema que me atrevo a decir el mismo gobierno desconoce; hasta el 2003 Refidomsa financió su capital de trabajo con recursos internos, todo cambió desde el 2004, la empresa cambió de política, en la actualidad su deuda en dólares es alta. Lo sabe el Presidente Fernández?.

Como el Secretario de Hacienda dijo desconocer el precio de las acciones de Shell, ignorancia que de ser cierta preocupa a los contribuyentes, en lo que sigue le adelanto algunos estimados. En 1972 el capital de pagado de Refidomsa era de US$7,600,000, el gobierno del Presidente Balaguer puso el 50% y Shell la otra mitad. Se ha mantenido como refinería pequeña, produciéndo poca gasolina, diesel y fuel oil con mucho azufre, la capacidad máxima de refinación de 34,500 barriles al día no ha variado. De todos los derivados del petróleo el país consume en promedio 150 mil barriles al día, y la refinería como tal aporta sólo la quinta parte. Como las corporaciones que venden negocios en marcha acostumbran estimar sus ingresos netos esperados en 5 cinco años, es probable que haya sido el horizonte Shell, además que se fundamente en la experiencia de los últimos tres años para fijar el márgen (refinando e importando productos) en US$1.50 el barril, que proyecte la venta de productos en un promedio anual de 40 millones de barriles. Bajo ese escenario podría estimar que el 50% de las acciones deben generar ingresos netos por US$150 millones.

Para limitar sus pretensiones, el gobierno con relativa facilidad podría demostrarle que en el pasado las inversiones en la terminal de importación (tanques, tuberías, planta eléctrica y otras) se financiaron con impuestos, con  diferenciales no entregados, por lo que los volúmenes a considerar deben ser básicamente los refinados, dejando fuera los importados. En ese escenario los ingresos netos esperados de las acciones de Shell ascenderían a US$30 millones. En el primer caso Shell estaría haciendo el gran negocio y en el segundo el gobierno se estaría compensando por diferenciales no entregados por Shell. Un precio razonable sería US$90 millones; Shell se iría contenta porque en la Refinería inicialmente sólo invirtió US$3,800,000.

Como dijo Bengoa, con recursos propios el gobierno puede comprar las acciones de Shell en Refidomsa, las cuentas fiscales tuvieron un excedente de RD$8,800 millones en los primeros cinco meses del 2007 y el Banco Central a finales de junio tenía reservas líquidas por US$1,464 millones. Como consumidor espero que el Presidente Fernández en esta ocasión no se equivoque.

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