El Premio Nobel que sorprendió al mundo

El Premio Nobel que sorprendió al mundo

El Presidente Barack Obama reaccionó sorprendido y con él todo el mundo cuando se anunció que era el nuevo Premio Nobel de la Paz. Con su  elocuencia habitual, dijo: «Quiero ser claro: no lo veo como un reconocimiento de mis logros, sino más bien como una afirmación del liderazgo estadounidense en representación de las aspiraciones populares en todas las naciones».

WASHINGTON.AFP. El presidente estadounidense, Barack Obama, se declaró  ayer «sorprendido» y «profundamente honrado» por el Nobel de la Paz, un premio que no llega por sus logros, según reconoció, pero que puede ser un «llamado a la acción» para todo el mundo.

 «Me siento a la vez sorprendido y profundamente honrado por la decisión del comité del Nobel», dijo Obama en los jardines de la Casa Blanca, ante la prensa.  «Quiero ser claro: no lo veo como un reconocimiento de mis logros, sino más bien como una afirmación del liderazgo estadounidense en representación de las aspiraciones populares en todas las naciones», añadió.

 «Para ser honesto, no siento que merezca estar en compañía de tantas figuras que transformaron» el mundo antes, añadió con semblante serio.

 «Pero también sé que este premio refleja la clase de mundo que esos hombres y mujeres, y que todos los estadounidenses, quieren construir», explicó acto seguido.

 El primer presidente negro de los Estados Unidos, de 48 años de edad, en el poder desde hace apenas nueve meses, dijo que aceptaba el premio como «una llamada a la acción para todas las naciones del mundo para enfrentar los desafíos comunes del siglo XXI».  Esos desafíos son las armas nucleares, el cambio climático, los conflictos étnicos o religiosos, la pobreza y el desempleo, dijo.

 «Esos desafíos no pueden ser enfrentados por un sólo líder o una sola nación», explicó.

 «Por eso mi gobierno ha trabajado para establecer una nueva era de compromiso en la que todas las naciones deben asumir sus responsabilidades para lograr el mundo que queremos», añadió.

 Esa esperanza de multilateralismo fue la principal razón esgrimida también por el comité noruego que otorga el Nobel de la Paz para justificar su decisión, que provocó asombro en la propia Casa Blanca.

 «Parte del trabajo que enfrentamos no será completado durante mi presidencia», dijo sin embargo Obama. «Algunos, como la eliminación de las armas nucleares, no será completado en mi vida», reconoció.

 «Por eso este premio debe ser compartido con todos aquellos que luchan por la justicia y la dignidad», explicó.  «No podemos tolerar un mundo en el que las armas nucleares se expanden por todo el mundo», ni tampoco «la creciente amenaza del cambio climático», dijo.  «No podemos permitir que las diferencias entre pueblos definan la manera como se ven unos a otros», añadió.  Finalmente, «no podemos aceptar un mundo en el que se le niegan oportunidades y dignidad a todas aquellas personas que sufren por tener derecho a una educación y a una vida decente», añadió Obama.

  Felicitaciones 

Las felicitaciones fluyeron ayer tras la inesperada atribución del Premio Nobel de la Paz al presidente estadounidense Barack Obama, pero también hubo críticas y reacciones de sorpresa, así como mensajes instándolo a intensificar los esfuerzos por la paz en el mundo.  El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, felicitó a Obama en un comunicado señalando que éste «corporiza el nuevo espíritu de diálogo y compromiso con los principales problemas del mundo: cambio climático, desarme nuclear y un amplio rango de desafíos a la paz y la seguridad».  El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, también lo felicitó por un premio «merecido».

  También desde Europa, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero lo consideraron un «respaldo» para obrar todavía más en favor de la paz.

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