El presidente Luis Abinader emitió ayer el decreto 311-23, con el que pensionó a 3,139 servidores del sector educativo, que prestaron servicios en el Ministerio de Educación.
El decreto emitido el jueves designa al Ministerio de Educación como órgano gestor de las políticas educativas y administrador del presupuesto con que deberá cubrirse el pago de las jubilaciones del personal.
El mandatario además, autoriza al Minerd disponer de forma programática y progresiva la implementación de las medidas dirigidas a mejorar las condiciones de vida del personal docente que ha sido jubilado conforme a estas disposiciones contenidas en la orden presidencial.
Pero además, el decreto instruye al Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (Inabima) a realizar las coordinaciones y aplicar las disposiciones administrativas correspondientes a fin de aplicar las jubilaciones del personal que figura en la presente disposición ejecutiva.
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Tomar medidas pertinentes
Pero además, el decreto ordena a la Contraloría General de la República y al Ministerio de Educación que tomen las medidas correspondientes para la puesta en ejecución del presente decreto.
El mandato presidencial, señala en su preámbulo que de conformidad con el artículo 60 de la Constitución, la seguridad social es un derecho económico y social en virtud del cual el Estado estimulará el desarrollo progresivo para asegurar el acceso universal a una adecuada protección en la enfermedad, discapacidad, desocupación y la vejez.
La Carta Magna reconoce en su artículo 63, numeral 5, que el Estado tiene la obligación de propiciar la profesionalización, estabilidad y la dignificación de los docentes”, refiere el dictamen presidencial.
Gozarán de aumentos
El artículo 4 del decreto señala que los beneficiados con las pensiones y jubilaciones podrán beneficiarse de los aumentos de salarios que disponga el Ministerio de Educación.
Mientras que el artículo diez especifica que la implementación y ejecución de esas pensiones tiene el propósito de favorecer a cada una de las personas, en atención a las cualidades personales que hicieron que cada uno de ellos fuere merecedor de una jubilación o pensión.
El monto de las pensiones oscila entre los 32,000 y 160,000 pesos dominicanos.
Entre los pensionados figuran Franklin Bienvenido Villalona, Héctor Villamar Sarita, Felipa Vásquez, Mélida Vargas Otañe, Betania Vargas García, Luisa Valdez Romero, Sebastián Trejo Gómez, Hilda María Torres y Rafael Antonio Toribio.
También Carmen Tiburcio Ortiz, Ramón Antonio Tejada, Nemencia Tapia, Domingo Suárez Pérez, Agustina Sosa de Rosario, Santiago Severino, Lucila Santos Suriel, Carlos Santana Ferreras, José Francisco Rosario Molina, Rosanna Rosario, Pedro Romero Sánchez y María Elena Sánchez, entre otros.