El presidente de la Asamblea General pide ayuda urgente para Haití

El presidente de la Asamblea General pide ayuda urgente para Haití

Naciones Unidas, (EFE).- El presidente de la Asamblea General de la ONU, el libio Ali Treki, pidió hoy ayuda urgente a la comunidad internacional para ayudar a las víctimas del devastador terremoto ocurrido en Haití.

Treki exhortó a «todos los estados miembros para que hagan todos los esfuerzos posibles para asistir con urgencia a los haitianos», señaló su portavoz, Jean Victor Nkolo.

Un terremoto de magnitud siete en la escala de Richter y sus posteriores réplicas causaron el martes destrucción en buena parte de Haití.

La capital, Puerto Príncipe, ha quedado prácticamente arrasada, con numerosos edificios en ruinas como la sede de Naciones Unidas o el palacio presidencial, además de infraestructuras y telecomunicaciones cortadas.

Ese desastre ha causado también numerosas pérdidas de vidas en la capital, que cuenta con dos millones de habitantes, aunque por el momento las autoridades aún no han logrado cuantificarlas.

El presidente de la Asamblea subrayó también que reza por los haitianos y el personal de la ONU que estaba prestando servicio en Haití.

Treki reiteró su petición a la comunidad internacional «para que permanezca movilizada junto a los haitianos en esta tragedia».

La ONU está presente en Haití desde 2004 a través de sus misión de asistencia al país caribeño (Minustah) y su jefatura militar corresponde a Brasil.

La Minustah, que cuenta con 7.000 militares y unos 2.000 policías, además de unos 1.600 empleados civiles, procedentes de 17 países, fue creada en 2004 por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para restaurar el orden después del violento derrocamiento y salida del país del entonces presidente Jean Bertrand Aristide.

Además de Brasil, participan en la misión de la ONU, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay, así como Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Italia y Jordania.

El subsecretario general de la ONU para Operaciones de Paz, Alain Le Roy, señaló anoche que los «cascos azules» brasileños estaban buscando supervivientes entre los escombros de la sede del organismo en Puerto Príncipe, que se desplomó a causa del fuerte sismo que sacudió al país.

El responsable de los «cascos azules» confirmó que el edificio de Naciones Unidas, conocido como Hotel Cristopher y ubicado en la parte alta de la capital haitiana, «se desplomó», y que por el momento se desconoce cuántos de los cerca de 250 empleados que trabajan en el inmueble estaban en su interior durante el movimiento sísmico, que se produjo a las 21.53 GMT, al final de la jornada laboral.

«Sabemos que hay bajas, pero no cuántas», resaltó Le Roy, quien reiteró que hay una «gran cantidad» de empleados de la ONU de los que se desconoce el paradero, como el jefe de Minustah, el tunecino Hédi Annabi, que estaba «junto a muchos otros» en la sede de la misión cuando se produjo el movimiento sísmico.

En París, el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, dio hoy por muerto a Annabi.

Hasta el momento, los responsables de la ONU sólo se han podido comunicar con el personal de la misión a través de teléfonos con conexiones vía satélite, ya que la red de telecomunicaciones haitiana ha quedado fuera de servicio.

«Lo que ha sucedido es una tragedia para Haití y para la misión de paz de Naciones Unidas», agregó.

La ONU ya contactó con los Gobiernos de EE.UU., Francia y Canadá, entre otros, para hacer llegar a Haití equipos de rescate, así como alimentos agua y otros productos de primera necesidad, y su Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) envió un equipo para evaluar los daños causados por el terremoto y determinar la ayuda inmediata que se necesita, dijeron fuentes del organismo internacional.

Un portavoz de OCHA indicó que las infraestructuras de Puerto Príncipe «están severamente afectadas, en sectores como la electricidad, el agua y los servicios telefónicos, así como las instalaciones médicas».

El personal de la ONU, que teme que el número de víctimas sea muy elevado, tiene acceso limitado a las áreas afectadas por la destrucción de los accesos y los numerosos escombros, señaló la fuente. EFE

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