Yuba. El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ordenó hoy liberar todos los prisioneros de guerra y los presos políticos, para implementar los términos del acuerdo de alto el fuego firmado entre el Gobierno y la oposición.
En el decreto presidencial, cuyo contenido fue difundido por la radio estatal, se ordena al Ejército “liberar todos los prisioneros de guerra y detenidos inmediatamente y parar el reclutamiento y la formación de cualquier otra nueva fuerza militar».
Los prisioneros de guerra y los presos políticos serán entregados por los militares a una “tercera parte”, según el decreto, sin aportar más detalles.
El acuerdo de paz firmado entre las partes en Jartum el pasado agosto prevé que la liberación de los presos se realice bajo la supervisión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Además, el decreto firmado por Kiir exigió a todos sus comandantes que no tomen represalias ante eventuales ataques de fuerzas opositoras.
En marzo de 2017, Kiir anunció una amnistía a todos los presos políticos del país, pero solo fueron puestos en libertad 30 detenidos en agosto de ese mismo año.
Este es el primer anuncio de este tipo después de la firma del acuerdo de paz, suscrito en Jartum el 5 de agosto pasado entre Kiir y los rebeldes, entre ellos el líder opositor Riek Machar.
El pasado 5 de septiembre, Kiir y los líderes de la oposición armada refrendaron el acuerdo de paz en una reunión en Adís Abeba auspiciada por la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo en el Este de África (IGAD), que ha mediado entre las partes beligerantes.
El acuerdo de paz prevé en un primer momento un periodo transitorio de ocho meses en el que se pretende consolidar el alto el fuego y liberar a los presos políticos.
Una vez superada esa fase, se formará un Gobierno de unidad nacional, integrado por miembros del actual Ejecutivo y de la oposición, y que tendrá el poder durante 36 meses y después convocará elecciones.
El conflicto de Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013, dos años después de la independencia del país de Sudán, y ha causado miles de muertos y cerca de cuatro millones de desplazados, de los cuales 2,46 millones están refugiados en los países vecinos, según datos de la ONU.