¿El presidente Fernández invierte o apuesta a la educación?

¿El presidente Fernández invierte o apuesta a la educación?

Los grandes países industrializados del planeta, Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Japón, Canadá, Reino Unido y acaso Rusia, viven en el post capitalismo sirviéndose con la cuchara grande. El peso político, económico y militar -sobre todo el militar- de esos grandes países es muy elevado. De hecho ejercen el santo oficio de policías del mundo. El desarrollo de esas grandes potencias está basado en nuevos descubrimientos científicos generadores de tecnologías cuyas aplicaciones se traducen en enormes ventajas económicas y en predominios políticos cuasi absolutos.

El desarrollo de la República Dominicana, al igual que cualquier otro país del llamado tercer mundo, no puede estar fundamentado ni en descubrimientos científicos ni en la implementación de nuevas tecnologías. Y, para el colmo, nuestros jóvenes de más formación científica y tecnológica son los que se muestran más dispuestos a emprender la aventura de alzar el vuelo hacia los países más desarrollados. ¿Cómo podremos obtener ventajas frente a los países más industrializados del planeta en un mundo global de mercados abiertos a la competencia internacional? En circunstancias tan desfavorables, apostar a la educación aparece como la única esperanza de incorporar nuestro país a la espiral de progreso de las naciones industrializadas. Los ejemplos de la India, Rusia, Corea del Sur, y ahora China nos mueven a pensar que ello es posible. Pero, la estructura del presupuesto de gastos del Estado dominicano lo impide. Para apostar a la educación habría que romperla.

Es de justicia reconocer que el gobierno del presidente Fernández ha invertido más en educación que sus antecesores en la administración de los asuntos públicos. Hoy, disponemos de más y mejores planteles escolares y de ciudades universitarias tanto en la ciudad de Santo Domingo como en ciudades del interior del país. Pero, para incorporarnos a la espiral de progreso de los países desarrollados eso solo no basta. Necesitamos apostar a la educación, dándole de hecho más prioridad a las inversiones en ese sector.

El presidente Leonel Fernández, en su reciente visita al poblado de Juana Méndez, Haití, dejó inaugurado los trabajos de construcción de una moderna universidad que su gobierno y los empresarios dominicanos donarán al hermano pueblo haitiano.

A diferencia de la antigua Unión Soviética que construyó una Universidad en su propio territorio – la Universidad Patricia Lumunba – para estudiantes de países del tercer mundo, y del Gobierno Revolucionario de Cuba, que fundó en suelo cubano una moderna escuela de ciencias de la salud donde cursan estudios miles de jóvenes latinoamericanos, el gobierno de Leonel Fernández y los empresarios optaron por hacerlo allende a nuestra geografía. Pensamos que sería mejor la puesta en práctica de un extensivo programa de becas destinado a formar en universidades dominicanas una buena parte de los profesionales y técnicos que necesita la hermana nación haitiana para su desarrollo y bienestar.

Saludamos que el gobierno de Leonel Fernández invierta más educación sin dejar de reclamarle que apueste a ella.

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