El Presidente francés François Hollande desautorizó a tres ministros por ratificar sus objetivos de presupuesto

El Presidente francés François Hollande desautorizó a tres ministros por ratificar sus objetivos de presupuesto

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François Hollande, AP. foto.Patrick Kovarik, Pool

Paris. AFP. El presidente francés François Hollande reiteró hoy sus objetivos de reducción del déficit presupuestario y de crecimiento, desautorizando implícitamente a tres ministros de su gobierno que cuestionaron la austeridad. 

«La seriedad es el rumbo, el objetivo es el crecimiento», dijo el presidente en declaraciones hechas al terminar el Consejo de ministros, durante las cuales anunció una serie de medidas para luchar contra la delincuencia económica.  

«Ningún ministro puede cuestionar la política que es llevada a cabo, que no es de austeridad», agregó.  

Tres de sus ministros, los socialistas Arnaud Montebourg, Benoît Hamon y la ecologista Cécile Duflot, hicieron declaraciones en las últimas horas para tomar distancias con la política de rigor presupuestario, cuyo objetivo es reducir el déficit público a 3% en 2014. 

El ministro de la Recuperación productiva, Industria, Arnaud Montebourg dijo en una entrevista con el diario Le Monde que «la seriedad presupuestaria, si mata al crecimiento, deja de ser seriedad y pasa a ser algo absurdo y peligroso».  

Según Montebourg «ha llegado la hora de abrir un debate sobre esa política que conduce a la debacle a la Unión» europea. 

Conforme a sus allegados, el ministro está convencido de que la respuesta a la actual crisis política desencadenada en Francia por el escándalo de la cuenta secreta en Suiza del exministro de Presupuesto Jérôme Cahuzac, «debe ser política y no sólo ética». 

La ministra de Vivienda Cécile Duflot opinó por su parte en una entrevista con Mediapart, que adoptar medidas «exclusivamente éticas» o «técnicas» contra el fraude fiscal no son una respuesta suficiente a la crisis política.  

«La crisis política que vivimos tuvo un desencadenante circunstancial: la revelación de las mentiras y las acciones de Jerome Cahuzac.

Pero las raíces de la crisis son más profundas: una crisis económica y social fuerte y un importante empuje reaccionario», agregó.

«No se puede considerar que pasarle el cepillo de carpintero a todo el mundo sea un buen método político».  

Según una fuente cercana a uno de los dos ministros, «Cahuzac representaba a la austeridad, ya no se puede exigir a la gente ajustarse el cinturón y seguir aplicando esa misma política de austeridad».

 

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