Algunos ejecutivos de la pelota me habían comentado que dudaban que se pudiera jugar béisbol en la campaña 2020-21.
En realidad, el clima era muy adverso.
Sin embargo, cuando Lidom comenzó a hablar con los diversos candidatos, ciertamente Luis Abinader fue quien mostró más interés en que se debía jugar béisbol.
Llegó a la Presidencia y cuando se le habló del temor de que no se jugara, de inmediato rechazó esa posibilidad.
Cuando Lidom habló de un préstamo, compensado con publicidad, eso gustó y entonces entró en acción el administrador del Banco de Reservas, Samuel Pereyra, quien realmente interpretó y cumplió el deseo del Presidente.
Pienso que es justo dar méritos a Abinader y sus ministros, Deportes, Salud, el Reservas, porque solo así se podía jugar.
Es un poyo que se extenderá a otras temporadas, sin olvidar que el BHD-León también ha sido muy valioso para nuestra pelota.