CARACAS. En medio de multitudinarias protestas y bajo intensa presión internacional, el presidente venezolano Nicolás Maduro está haciendo algo que una vez parecía impensable: desechar la Constitución escrita por el fallecido presidente Hugo Chávez, su mentor político.
Chávez presionó para que la Asamblea Nacional aprobara su constitución “anticapitalista” en 1999, poco después de comenzar su revolución socialista en Venezuela.
La decisión de Maduro de reformar la carta magna le permitiría postergar elecciones que con seguridad perdería.
Pero muchos seguidores están atónitos por su propuesta de echar por tierra una de los pilares políticos erigidos por Chávez. ¿Cómo llegó a tener tanta relevancia una Constitución en un país que ha reformado su carta fundamental más de dos docenas de veces?
Aquí ofrecemos un vistazo a la constitución de Chávez y las razones por las que es tan importante:
EL PEQUEÑO LIBRO AZUL
Cuando Chávez fue juramentado en 1999, colocó la mano sobre la Constitución de ese entonces, llamándola “moribunda” y prometiendo reformarla.
Poco después hizo que la nueva Constitución fuera publicada en un librito azul que se convirtió en una de las imágenes más icónicas del gobierno chavista. El entonces presidente solía sacarla en eventos públicos y decía que era el libro más importante del mundo después de la Biblia.
Los partidarios llevaban enormes carteles con la foto del librito azul a las marchas oficialistas, y muchos le rogaban a Chávez que se los firmara.
Cuando el presidente falleció en 2013 y Maduro asumió el mando, el librito azul se convirtió en un símbolo aún más poderoso, vinculando al impopular Maduro con el fundador de la revolución. Casi todos los días se ve a Maduro o a otro funcionario oficial esgrimiendo el documento, que se ha convertido en la versión venezolana del “librito rojo” de Mao Zedong.
CAMBIOS RADICALES
Dejando al lado el simbolismo, la nueva Constitución cambió radicalmente la estructura política venezolana.
Alargó los períodos presidenciales, consolidó las dos cámaras legislativas en una asamblea unicameral, aumentó los poderes públicos de tres a cinco, y autorizó a Chávez convocar a elecciones generales cuando lo deseara.
Los cambios combinados le permitieron a Chávez convertir un período presidencial de cinco años en uno de 13, e iniciaron dos décadas de régimen socialista. En ocasiones, los cambios podían ser usados como un arma de doble filo. Durante un efímero golpe de estado en el 2002, los alzados citaron el derecho consagrado en la nueva Constitución de levantarse contra un régimen antidemocrático.
La nueva carta magna incluía además una serie de cambios más bien cosméticos, como por ejemplo que el país ya no se llamaría “República de Venezuela” sino “República Bolivariana de Venezuela”.
El mismo Chávez intentó dos veces enmendar, aunque no reescribir, la nueva Constitución. En el 2007 fracasó un intento de aprobar los cambios mediante referéndum, pero en el 2009 prosperó el intento de aprobar la reelección presidencial.