El presidente Obama y la independencia energética

El presidente Obama y la independencia energética

Sin hacer mucho ruido, el presidente Obama está implementando una de las transformaciones  más trascendentales de la economía norteamericana. Me refiero a su estrategia para lograr una mayor protección ambiental y la independencia energética del país, persiguiendo tres objetivos fundamentales.

En primer lugar, se pretende  aumentar la producción petrolera y de gas natural mediante la aplicación de nuevas tecnologías de extracción y la ampliación de las áreas de exploración con el propósito de disminuir la dependencia en las importaciones. Por otro lado, se programa hacer más  eficiente la generación eléctrica y el transporte de personas y cargas, basada en combustibles fósiles menos contaminantes. Y por último,  incrementar el uso masivo de la producción de energía  mediante fuentes de recursos renovables, tales como la  eólica, solar y de biocombustibles, con el claro propósito de sustituir el consumo de combustibles fósiles.

Todos estos esfuerzos, reforzados  con cuantiosos recursos federales en donaciones y facilidades crediticias para la investigación y poner en marcha proyectos innovadores.

Para el incremento de la producción de petróleo se aplicarán nuevas tecnologías  que se conocen como “fracking”, y que se viene utilizando en la extracción  de gas natural, que  consiste en inyectar millones de galones de agua a presión hasta que el petróleo adherido a las rocas se desprende. Como este procedimiento tiene sus consecuencias ecológicas negativas, ya que puede contaminar los acuíferos de agua bajo tierra, contaminándolos en algunos casos,  pero se están haciendo esfuerzos y avances para eliminar o disminuir estos efectos.

En los EEUU existe una cuenca sedimentaria en la parte occidental del estado de Texas y parte sureste de Nuevo México que se conoce como “la permian basin”, que durante  80 años consecutivos constituyó la fuente de petróleo más grande del  país. Estos pozos se secaron, pero quedaron debajo de ellos las rocas  llenas  de petróleo. Es  esa cuenca es que se está  aplicando la nueva tecnología de “fracking”. El asunto se está haciendo más prometedor debido a que están apareciendo cuencas similares en Dakota del Norte, Nuevo México , Pensilvania y hasta Ohio

Como resultado, en los tres  años del gobierno de Obama,  se ha producido más petróleo que en los últimos ocho. Se han abierto millones de acres de terrenos federales para exploración en 23 Estados, además se está explorando en 75% de los sitios marítimos con mayores potencialidades de encontrar petróleo. Como se sabe, el oleoducto para recibir desde Canadá  los productos energéticos fósiles se ha atrasado debido a la  fuerte confrontación entre los intereses económicos y ambientalistas, pero la semana pasada el Presidente autorizó la construcción en la parte Sur del país del oleoducto que se conoce como Keystone XL, se espera llegar rápidamente a un acuerdo para el completivo del proyecto.   

Desde que llegó a la Presidencia, Obama autorizó 3,400 millones de dólares para apoyar los planes de energía renovable, que constituían parte de los 700 billones de dólares  que se aprobaron para apoyar los planes de recuperación económica a principios de su administración.

La alta contaminación del uso del  carbón para generar electricidad, también está siendo combatida. La semana pasada, el Presidente ordenó nuevas restricciones a las emisiones de gases tóxicos a la atmósfera que emiten esas plantas eléctricas, fijando los límites a mil libras (454 kg ) de dióxido de carbono por megavatios hora de generación producida, eliminando así la posibilidad o por lo menos dificultando, la contratación de nuevas plantas de carbón por los costos que acarrea la no violación de esos límites. En realidad la solución que se ha planteado es la sustitución a generar energía eléctrica usando gas natural en vez de carbón.

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