En más de una ocasión, el presidente Danilo Medina se ha referido a los bajos salarios que se pagan en el país, llegando a decir que diez mil pesos no dan ni para comer. Recientemente se refirió al tema el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien aseguró que el crecimiento económico del país no llega a las clases trabajadoras sino que se queda en unos pocos, lo que incentiva el mercado informal.

Afirmó además que si se mejoran los salarios, mejora y aumenta el consumo, la inversión y el Producto Interno Bruto. En julio pasado, un estudio técnico del Banco Central determinó que países más pobres que el nuestro como Haití, Bolivia y Nicaragua, tienen mejor nivel de salario mínimo que aquí, lo que constituye un escollo en la reducción de la pobreza.

Las expresiones del presidente de la República y ahora las del gobernador del Banco Central, en momentos en que las centrales sindicales exigen un aumento general de salarios, crean expectativas en quienes creemos que no todo está perdido en nuestro país pese a la posición intransigente y egoísta de algunos sectores patronales atrasados.

En torno a la situación ha sido pospuesta dos veces una reunión concertada entre el primer mandatario y los líderes sindicales y pienso que en vez de un desplante, el presidente Medina procura llevar una propuesta a las clases trabajadoras con miras al presupuesto del 2015. Cualquier medida que favorezca al sector público, tiene que ir acompañada de una solución para los trabajadores del sector privado vía el Comité Nacional de Salarios.

Confiamos en que así será, por justicia… y el bien del país.