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El proyecto de Presupuesto de Ingresos y Gastos de la Pontificia y Real Universidad Autónoma de Santo Domingo para el año 2020 asciende a un monto de RD$16 mil 891 millones de pesos, más de lo contemplado para el sostenimiento de las instituciones públicas de educación superior que figura en el proyecto de Presupuesto General del Estado para el año 2020.
Al igual que las demás universidades introducidas en Hispanoamérica por la Corona de España en la primera mitad el siglo XVI, la Pontificia y Real Universidad Autónoma de Santo Domingo es una institución de actitudes, desempeños y derroteros contratantes. Al igual que todas las de su género, la UASD descansa en la tradición propia y ajena, al mismo tiempo, persigue y necesita de la innovación.
Somos de opinión que la dinámica del cambio que debe imprimírsele a la UASD necesariamente implica resolver las paradojas en que está actualmente inmersa sin dejarse atrapar por condicionantes que no le son los propios.
La definición de las políticas y programas para un futuro claro y sustentable de la universidad estatal demanda de un ejercicio de análisis, evaluación y planeamiento de múltiples aspectos y un balance adecuado de los factores estratégicos para el cambio.
Los profesionales especializados en materia de reforma universitaria suelen tener muy en cuenta cuatro aspectos sobre los cuales deben reflexionar las autoridades de las altas casas de estudios para decidir el cambio que deben imprimirles a sus instituciones y para diseñar las reformas académicas y administrativa que ello implica: sopesar la tradición y valor social de su relevancia sin caer en mitos y estigmas; revisar los procesos de transformación que ocurren en otros países; también, tener en cuenta el grado de diversificación del sistema al cual está integrada la universidad a la que sirve; y estar al tanto de la intensidad de la presión social por una educación superior de calidad, sin perder de vista las exigencias sobre ella y las características y tendencias de las condiciones financieras externas y presupuestales propias.
Tal y como lo expresa Julio Fermoso, antiguo rector de la Universidad de Salamanca, en la página 78 y ss. de su libro Más Allá de la Autonomía:“la apreciación de la heterogeneidad del sistema de instituciones de educación superior debe incluir no sólo las tendencias ya presentes, sino también un balance sobre las prioridades y tensiones que ello esté generando, en especial aquellas que pueda apreciar en su propia comunidad”.
En suma, la definición de las políticas y programas para un futuro mejor, claro, sustentable, de la UASD, demandan de un ejercicio de análisis, evaluación y planeamiento de múltiples aspectos y un balance adecuado de los factores estratégicos para el cambio.
Tal y como hemos señalado en otras entregas, en materia de reforma universitaria, en la actualidad se dan dos posiciones antagónicas: una que presenta a las altas casas de estudio como parte del problema de la sociedad contemporánea (Banco Mundial) y otra que analiza en todas sus partes la perspectivas de la contribución de las mismas a la solución de dichos problemas (UNESCO). Vista de una u otra manera, el debate actual sobre la educación superior se centra en la contribución que esta pueda hacer a la modernidad, plasmada en un proyecto de sociedad comprometida con el desarrollo humano sustentable.