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Durante los últimos cincuenta años el entorno socio económico y político de la Pontificia y Real Universidad Autónoma de Santo Domingo ha experimentado cambios extraordinarios de los tipos más diversos y se está a la espera de que se produzcan otros de grandes dimensiones. Dichos cambios han modificado el entorno operativo y ético de la más antigua universidad fundada en el Nuevo Mundo. También, ha colocado a la misma frente a nuevas oportunidades, desafíos y obligaciones.
En la actualidad, la población estudiantil de la UASD supera la cifra de 230 mil estudiantes, ocupando el cuarto lugar entre las instituciones públicas de educación superior más pobladas de la América Española y de la región del Caribe.
Pero, el presupuesto para el año 2020 de esa Alta Casa de Estudios es de solo 10 mil millones de pesos, equivalente al 1% del Presupuesto Nacional y 0.25 del PBI, y de menos de una quinta parte de lo establecido en las leyes 139- 01 de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y 5778 sobre Autonomía Universitaria.
El número de estudiantes dominicanos que cursa estudios superiores no es tan grande como aparenta. Sólo un 15% de los dominicanos de edades comprendidas entre los 18 y 24 años figura como matriculado en ese nivel y, según cifras oficiales, la cobertura bruta en el mismo es de menos del 24%. Esto sucede muy a pesar de que el crecimiento de la población universitaria en nuestro país refleja una tendencia de crecimiento notable, pasando de menos de 2 mil estudiantes en 1950 más de 400 mil en el año 2011.
Nos preguntamos: ¿Hasta qué punto dicho aumento ha entorpecido el mejoramiento de la calidad de nuestras instituciones de educación superior? ¿A qué se debe que aumento de la población estudiantil de la UASD no haya traído consigo un aumento correlativo de las partidas presupuestarias dedicadas al financiamiento de sus operaciones y a la materialización de sus proyectos de reforma? ¿Es que una educación de calidad en una universidad tan poblada como la UASD demanda de unos gastos que los gobiernos no están dispuestos a cubrir?
De la UASD han egresado y continúan egresando profesionales de mucha valía, entre los que figuran destacados hombres de letras; connotados economistas historiadores y sociólogos; médicos, enfermeras y científicos; comunicadores y directores de importantes medios de comunicación; presidentes de la república y hasta reina mundiales de belleza, entre otros.
La UASD es hoy el proyecto de ascensión social más efectivo con que cuenta el país. ¿Cuántos dominicanos de fama e importancia lo son hoy gracias a las oportunidades que ofrece la UASD en beneficios de los más necesitados?
En la actualidad, la UASD desarrolla más de 110 proyectos de investigación lo que consolida su posicionamiento como la institución de estudios superiores más prolífera del país en cuanto a investigación científica se refiere. Su Centro de Investigaciones Marina (CIBIMA) ha producido decenas de estudios científicos de apoyo y conservación de nuestra fauna marina. Y qué decir de sus descubrimientos en las áreas de botánica y de entomología de parte de los investigadores de la UASD y de las labores de investigación que actualmente realiza un equipo de científicos de la Escuela de Química de la Universidad Primada. Todo al servicio de los intereses de la sociedad dominicana.
La Universidad Autónoma de Santo Domingo, en labores conjunta con la Academia de Ciencia, aportó los fundamentos científicos técnicos que sirvieron de sostén al proyecto de ley que crea el Parque Nacional de Loma Miranda. También, la UASD marchó a la cabeza de la oposición de que en el Parque Nacional del Este se instalara una fábrica de cemento, y que en un municipio de la región sur del país fuera convertido en un basurero de desechos industriales. Es que como acaba de externar su rectora, Emma Polanco, la UASD posee una enorme rentabilidad social.