El presupuesto 2020 de la UASD

El presupuesto 2020 de la UASD

Jesus de la Rosa.

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Desde las últimas décadas del pasado siglo 20 vienen teniendo lugar aquí, y en los demás países de la América Española y de la región del Caribe, tentativas de reforma de las universidades públicas y privadas con el fin de que todos sus ciudadanos disfruten de las mismas oportunidades de acceso a un sistema de educación superior de calidad.
Hemos pretendido que la educación superior se transforme en una herramienta de producción de cada habitante con vistas a ampliar las posibilidades de organizar una sociedad más justa y más solidaria.
Entre nosotros ha ido creciendo el consenso de que a través de la educación las personas pueden adquirir los conocimientos y las destrezas necesarias para prosperar en un mundo de mercados abiertos a la competencia internacional.
Las estadísticas oficiales revelan que más de la mitad de la población dominicana vive en condiciones de pobreza y que una alta proporción de los que así viven lo hacen en medio de carencias extremas.
Aquí, más que darse una clara asociación entre la pobreza y la educación, ocurre el hecho de que son los pobres los únicos con bajo niveles de instrucción y con altas tasas de analfabetismo.
En varios países de la América Española se han estado poniendo en práctica, de manera entusiasta y esperanzadora, planes de reformas de los sistemas de instrucción pública sobre la base de argumentos relacionados con la productividad, la competencia global y las mejoras en la equidad social. Pero, aquí, en la República Dominicana, muchas personas entendidas en la materia, los dan como fracasados.
Observamos con preocupación cómo nuestros campos se despueblan; cómo los hombres y mujeres campesinas abandonan sus huertos para ir a los barrios carenciales de las ciudades más importantes; cómo la marginalidad, el desempleo y el deterioro de sus condiciones de vida campean por doquier.
La Pontificia y Real Universidad Autónoma de Santo Domingo dispone de una oferta curricular y de una población amplísima: 230 mil estudiantes; 50 mil participantes en programas de postgrado; 4300 docentes; y 4500 empleados administrativos. Además, posee una oficina de bienestar estudiantil donde se otorgan créditos educativos y becas de estudios y trabajo. Pero, la UASD apenas recibe del Estado una quinta parte de lo que las leyes 5778 y 139-01 acuerdan. Como bien lo expresara la rectora de esa Alta Casa de Estudios, la doctora Emma Polanco: “La UASD es una macro universidad. Sólo hay 37 universidades con esa característica en los 34 países de la región. Sin embargo, ninguna alcanza la especificidad de ser la más antigua del continente con presencia en 22 provincias, de 32 que tiene el país; con recintos, centros y sub centros a lo largo y ancho de toda la nación posibilitando los anhelos y sueños de miles de seres humanos, que de otra manera no pudiese ser profesionales ni escalar en la pirámide de la jerarquía social” Dijo más: “la UASD con menos de 9 mil millones de pesos mensuales que recibe del Estado, es la institución más eficiente que tiene el país, si definimos la eficiencia cómo hacer más con menos y cómo priorizar los escasos recursos con menos del 1% del Presupuesto Nacional”
La Universidad Primada de América tiene programado para el año entrante la materialización de todo un proceso de rediseño curricular; la adecuación de las aulas y los demás espacios físicos; la contratación de nuevos docentes; el afianzamiento de la educación virtual; la adquisición de nuevos equipos y modernos softwares; entre otros proyectos. Para el año 2020, la UASD está solicitando un presupuesto ascendente a la suma de RD$16,891 millones de pesos. De no concedérselo, resultaría imposible llevarlos a cabo. Es que en el mundo en que vivimos ya no es posible suplir la falta de recursos por los esfuerzos de los servidores universitarios como solía hacerse en época del Movimiento Renovador.

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