El presupuesto del Ministerio de Educación este año asciende a la suma de RD$41,568 millones de pesos, 10.6% del gasto público, 2.2 % del Producto Bruto Interno (PBI). Esa dependencia estatal deberá desempeñarse en lo inmediato con RD$62,476 millones de pesos menos que lo contemplado en la ley 66-97, la que, en su Art. 97 señala que el gasto público anual en educación debe alcanzar un mínimo de un 16% del gasto público o un 4% del PBI. El sistema de instrucción pública de este país continuará siendo el peor financiado de la América española. Programas como el de profesionalización y perfeccionamiento docente; construcciones y reparaciones de aulas; adquisiciones de nuevos equipos laboratorios y de tecnologías de punta y otros, se verán afectados o no se implementarán por la falta de recursos.

Más del 80% de los escolares de este país cursan estudios en escuelas, liceos y politécnicos públicos. Solo una minoría de hijos de familias realmente ricas o embulladas asiste a colegios privados.

En algunos colegios privados, el costo de la matrícula es demasiado alto: entre los 7 y 10 dólares anuales, en tanto que inversión del Estado dominicano en la formación de los niños y adolescentes que asisten a escuelas públicas no supera los 200 dólares por alumno y por año. De continuar así, tendremos una minoría de personas intelectual y profesionalmente capacitada frente a una mayoría de gentes sin estudios o de una formación muy cuestionada.

La existencia de colegios para una elite se constituye en una forma muy efectiva de discriminación social.

Dirigentes magisteriales, políticos oficialistas y de oposición, junto a organizaciones de la sociedad civil, llevaron a cabo durante los meses de noviembre y diciembre recién pasado una exitosa campaña en procura de que el gobierno de Leonel Fernández le asignara a Educación un presupuesto equivalente a un 4% del PIB tal y como está contemplado en la Ley 66-97. Pero, lamentablemente, el mandatario peledeísta no atendió a su llamado, a un llamado que, de acuerdo con resultados de sondeos de opinión pública, contó con el apoyo de más de un 90% de las personas encuestadas.

Los principales voceros de esos grupos han advertido que las luchas por el 4% del PIB para educación no han terminado y que continuarán las movilizaciones hasta alcanzar su objetivo.

Los cientos de maestros y técnicos en educación que intervinimos en la formulación del Plan Decenal y en el Ante- proyecto de ley que contemplaba un presupuesto de Educación equivalente al 4% del PIB nos sentimos muy complacidos de que nuestro planteamiento referido a inversiones en educación haya sido acogido por la mayoría de los dominicanos, dos décadas después de haber sido formulado.

El 4% para la educación se ha convertido en una consigna reivindicativa a favor de los más. Pensamos que si el gobierno del presidente Fernández no da señales de que en muy corto plazo el presupuesto de Educación será elevado hasta alcanzar el nivel deseado, el PLD no podrá mantenerse en el poder más allá del 2012.