El presupuesto del 2005

El presupuesto del 2005

MIGUEL RAMÓN BONA RIVERA
Los ingresos presupuestarios del gobierno están clasificados en dos grandes grupos. Por un lado están los ingresos corrientes, o ingresos ordinarios, constituidos en esencia por los tributos que recauda el gobierno provenientes de la actividad económica general de la sociedad. El segundo grupo corresponde a los ingresos extraordinarios, constituidos fundamentalmente por el financiamiento externo que recibe el gobierno a través de empréstitos con organismos internacionales multilaterales, con gobiernos de países amigos, o con empresas extranjeras. Los ingresos ordinarios o ingresos corrientes del gobierno se componen en su casi totalidad por impuestos y tasas.

En la actualidad seis grandes grupos de impuestos aportan el grueso de los ingresos tributarios. Estos son: El impuesto sobre la renta, el impuesto selectivo al consumo, el impuesto sobre los combustibles, la comisión cambiaria y los aranceles de aduanas, el impuesto sobre la propiedad (IVSS), y el impuesto a la transferencia de bienes industrializados y servicios (ITBIS).

La participación creciente de los ingresos ordinarios en el total de los ingresos del gobierno, frente a los ingresos extraordinarios, es uno de los principios de buen gobierno que señala la ortodoxia presupuestaria.

Por otro lado, un déficit presupuestario o déficit fiscal se produce cuando los gastos totales del gobierno son superiores al total de los ingresos que recibe para cubrir dichos gastos.

Esa diferencia negativa entre los ingresos y los gastos totales del gobierno, ese déficit, se puede cubrir de dos maneras: con endeudamiento interno, o con endeudamiento externo.

El endeudamiento interno puede provenir de un financiamiento interno del Banco Central -emisión inorgánica- o de una emisión de bonos del gobierno para ser colocados en manos del público, o simplemente de una postergación del pago de los compromisos contraídos con suplidores locales de bienes y servicios. También se pueden tomar préstamos en la banca comercial local.

El endeudamiento externo puede provenir de organismos multilaterales, o con gobiernos o bancos extranjeros, o créditos de suplidores externos.

El presupuesto correspondiente al año 2005, que alcanza la cifra de casi doscientos siete mil millones de pesos, será financiado con recursos externos por un monto superior a los 40 mil millones de pesos, una emisión de bonos internos por un monto de 8,282 millones de pesos y otros préstamos internos por 2,445 millones de pesos.

En total cincuenta y dos mil millones de pesos, equivalente al 25% del total del presupuesto, serán financiados con endeudamiento externo o interno.

Nunca antes, en toda nuestra historia, la proporción de ingresos extraordinarios había sido tan alta en la composición del presupuesto general de la nación.

En la práctica, este financiamiento produce los mismos efectos que un déficit fiscal, puesto que genera un pasivo que tendrá que ser cubierto con recursos fiscales que se recaudarán en el futuro.

El Banco Central, dentro de su política de restricción monetaria encaminada a disminuir la tasa de cambio de las monedas extranjeras y reducir el nivel de precios, ha incrementado la colocación de Certificados de Inversión en poder del público. Para cuando finalice el presente año 2004, el total de estos valores en circulación rondará los Ciento Veinte Mil Millones de pesos, y los intereses que deberá pagar el Banco Central durante el año 2005 por estos Certificados de Inversión se acercarán a la suma de Cuarenta Mil Millones de pesos.

De acuerdo a lo que establece la ley monetaria y financiera, estos recursos deberán ser aportados al Banco Central provenientes de los ingresos fiscales del gobierno.

Cuando se discutió el acuerdo con el FMI a finales del año 2003, el organismo internacional exigió aquella vez que en el presupuesto nacional del año 2004 se contemplara un superávit de doce mil millones de pesos, para ser transferidos al Banco Central con el objetivo de cubrir el déficit cuasi-fiscal que se generaría por el pago de los intereses de los Certificados de Inversión.

No está contemplado en el presupuesto del 2005 que el gobierno transfiera ninguna partida al Banco Central para estos fines.

Ahora bien, esta política de «secar la economía» implementada por el Banco Central, lógicamente tiene un efecto recesivo, porque al restarle tanta liquidez a la economía esto hace que disminuya la velocidad de circulación del dinero y se desacelere la actividad económica, con la consecuente caída de la demanda.

Se ha estimado en el presupuesto del año 2005 un crecimiento de los ingresos corrientes superior al 20% con relación a la ejecución presupuestaria del año 2004. Deberán ingresar al fisco veinticinco mil millones de pesos más que en el año 2004, por concepto de impuestos.

El gobierno no podrá lograr esta meta, a menos que no se produzca una cierta reactivación de la economía y un incremento en la tasa de cambio, en contradicción con la política monetaria del Banco Central.

Por otro lado, a la tasa de cambio del 30 por uno, el gobierno tendría que lograr préstamos internacionales por más de mil trescientos cincuenta millones de dólares, para obtener los más de 40 mil millones de pesos que se contemplan en el presupuesto a financiarse con recursos externos.

Finalmente, dentro de los gastos de capital contemplados en el presupuesto del 2005, la Inversión Real, o sea, el programa de obras públicas del gobierno, apenas alcanzará el diez por ciento del total de los ingresos corrientes de gobierno, según lo afirmara públicamente el director general de presupuesto.

En definitiva, y como consecuencia en gran medida de la situación heredada, el presupuesto del año 2005 no será un verdadero instrumento de desarrollo.

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