El presupuesto público del 2014

El presupuesto público del 2014

Lograr que la economía aumente 3% en el 2013 como se programó, requiere de un crecimiento de 4.4% en el segundo semestre del año, porque apenas fue 1.6% en los primeros seis meses. A pesar de que se está haciendo difícil lograr la meta del crecimiento, se espera que el déficit fiscal del año no se sitúe muy distante de 2.8% del PIB, por la recaudación de la DGII que avanza a un ritmo mejor del esperado.

En el presupuesto vigente del 2013, la actual administración explotó la burbuja en el gasto público que se formó en los gobiernos de Leonel Fernández, sustentada en el falso argumento de que el producto duplicaría cada once años. Recordemos que en ocho años el gasto aumentó RD$371,000 millones y en RD$163,614.1 millones los ingresos tributarios montados en una estructura de impuestos indirectos, generando el faltante de RD$207,386 millones, que al convertirse en deuda pública presiona de mala manera las finanzas públicas. 

La política debió mantenerse en el presupuesto del 2014, lo que hubiese implicado aumentar el gasto solo 4%, aplicando el principio de que no debería crecer más que el PIB real. Pero no será de esa manera, el aumento programado de 14% es tres veces y medio comparado con el del 2013, para un gasto total de RD$605,070 millones, sin incluir el prometido aumento de salario a los servidores públicos.    

Para que el déficit fiscal del 2014 se mantenga alrededor de 2.8% del PIB como es el objetivo, los ingresos tributarios deberán aumentar alrededor de RD$40,000 millones, es decir, duplicar el aumento promedio anual de RD$20,452 millones correspondiente a los años 2005-2012. Algunos se preguntan si no se está sobrevaluando los ingresos en el presupuesto del 2014. La respuesta sería ambigua si nos basamos en los hechos históricos. Negativa si la comparación se hace con el 2011, cuando el recaudo fue de RD$29,189 millones y el aumento de 12%. Sería necesario considerar en el análisis que en buena medida se debió al aumento de algunos impuestos mediante la Ley 139-11, además del crecimiento de 4.5% de la economía. Se hablaría de sobre estimación si comparamos con el 2009, cuando el PIB real creció 3.5%, pero habría que tomar en cuenta que se trató del año de plena vigencia de la crisis económica internacional, cuando se aprobaron leyes y normas de la DGII que redujeron los ingresos tributarios.  

Lo que podría decirse en un ambiente de cambios en la coyuntura internacional, que obliga a los organismos internacionales a modificar sus pronósticos de crecimiento varias veces al año, es que la respuesta dependerá de lo que suceda en Europa, en los Estados Unidos y en la economía mundial. Siendo más específico, si cambia la actual tendencia negativa del flujo de capitales extranjeros, que limita el consumo y la capacidad de financiamiento de nuestra balanza de pagos, si la economía de Europa sale de recesión, la de los Estados Unidos crece sobre 2% y la nuestra 4.5% como se asume, no puede dudarse que los ingresos tributarios del 2014 aumenten de la manera programada y que no haya necesidad de modificar hacia la baja el presupuesto de gastos en el último trimestre del año.

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