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MEXICO. México, el país al que Gabriel García Márquez llegó anónimamente en un atardecer malva de 1961, lo despide este lunes como un gigante de la literatura con una ceremonia de máximos honores a la que asistirán los presidentes mexicano y colombiano.
Cuatro días después de su fallecimiento a los 87 años, sus admiradores podrán despedirse del Nobel de Literatura colombiano desde las 16H00 locales (21H00 GMT) hasta las 19H00 locales (00H00 GMT) en el céntrico palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, un espacio reservado al homenaje de los grandes iconos culturales de México.
La familia, que ha mantenido desde el jueves un luto privado y recibido sólo a contadas amistades íntimas, llevará a la ceremonia las cenizas del escritor desde su casa del sur de la capital. La viuda de García Márquez, Mercedes Barcha, sus hijos, nietos, su hermano Jaime y otros familiares asistirán al primero de los homenajes que recibirá este escritor universal, que continuarán el martes en Bogotá.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llegará a México en la tarde del lunes y, después de pasar por la residencia de la embajada, se desplazará al palacio de Bellas Artes, donde dará el pésame en persona a Mercedes Barcha, dijo a la AFP el embajador colombiano José Gabriel Ortiz.
A petición de la familia, en la ceremonia se interpretará una selección de piezas de música clásica favoritas de García Márquez, entre ellas del húngaro Béla Bartók, y estarán muy presentes las flores amarillas que siempre tenía cerca como un amuleto contra la mala suerte. La guardia de honor que recibirá las cenizas de García Márquez estará formada por el embajador Ortiz y Rafael Tovar, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el máximo órgano cultural de México.
Se prevé que el presidente Santos y su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, lleguen a partir de las 19H00 para formar una guardia de honor y ofrecer unas palabras al cierre de la ceremonia de despedida. García Márquez, que consideraba México su segunda patria y vivió allí en las últimas décadas, encontró en este país la estabilidad para escribir la mayor parte de su obra literaria, incluida su novela mayor «Cien años de soledad» (1967).
«García Márquez nunca se nacionalizó mexicano pero tiene familia mexicana: hijos, nietos, su casa, tantos afectos y amigos», explicó este lunes Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericana (FNPI), fundada y presidida por García Márquez. «Era una persona que amaba este país, que estaba muy agradecido y se sentía tan mexicano como cualquier otro», describió Abello a la emisora MVS Radio.
El británico Gerald Martin, biógrafo de García Márquez, explicó este lunes el carácter laico de la ceremonia que le brindará México: «No era un hombre religioso, pero era un hombre que respetaba las creencias de otras personas, como su mamá, casi toda su familia era muy católica».
«García Márquez se independizó cuando era muy joven. No tenía esas ideas religiosas, era más bien un humanista», describió Martin a la emisora colombiana Caracol Radio. «Creo que García Márquez no descartaba nada. Ha dicho en broma que no cree en Dios pero le tiene mucho miedo», recordó el autor de «Gabriel García Márquez, una vida» (2009), quien prepara una nueva obra biográfica con el extenso material que recopiló en sus 17 años de estudio del Nobel.
