El primer Triunvirato dominicano

El primer Triunvirato dominicano

Diomedes Núñez Polanco

-II-
Cuenta Benjamín Sumner Welles, en La Viña de Naboth : la República Dominicana 1844-1924. Tomo I, que el general Pedro Guillermo, frente a la ola opositora contra el presidente Buenaventura Báez, “acabó por presentarse ante el establecimiento de Joaquín Delmonte, acompañado de 25 soldados descamisados clamando por la persona de Delmonte, viva o muerta”.

Esa actitud hostil de los baecistas hacia los sectores comerciales de la mediana y la alta pequeña burguesía se explica porque el grueso de los partidarios del Partido Azul, liderado por Gregorio Luperón, procedían de esas capas sociales, mientras que el conocido caudillo del Sur se mantenía en el poder gracias al apoyo de las capas baja, baja pobre y muy pobre de la pequeña burguesía.

El 1 de mayo de 1866, exactamente una semana después de la entrada en vigencia de la tiránica Constitución de diciembre 1854, un consejo de generales con el apoyo de sectores de los llamados importantes de Santiago, proclamó en esa ciudad la formación del primer Triunvirato dominicano, integrado por los generales Gregorio Luperón , Federico de Jesús García y Pedro Antonio Pimentel; casi un mes más de lucha, fueron derrotadas las últimas fuerzas leales al baecismo. Por primera vez en su historia, el país pasaba a estar gobernado por un Triunvirato. En el siglo XX habría otro, de triste recordación, tras el derrocamiento del Gobierno democrático encabezado por el profesor Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963.

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Desde el momento en que el presidente Buenaventura Báez se asiló en el consulado francés, el 28 de mayo de 1866, y su Consejo de Secretarios de Estado hizo entrega del Gobierno al general Pedro Antonio Pimentel, delegado del Triunvirato en la Capital, los rebeldes habían obtenido la victoria política, pero no podía decirse lo mismo en el orden militar: todavía en el Noroeste y en los alrededores de Santiago y Puerto Plata se mantenían levantamientos desconociendo la nueva administración.

Sería a principios de agosto 1866, cuando el Triunvirato tendría el control completo del territorio nacional.

El agudizamiento de las sublevaciones mencionadas y el hecho de que fueran sectores de la mediana y la alta pequeña burguesía de Santiago los organizadores del movimiento contra la tercera administración de Báez, son las razones que explican que en sus inicios la sede del nuevo Gobierno estuviera en esa ciudad del Cibao, mientras en la Capital funcionaba una junta auxiliar de Gobierno bajo la responsabilidad del general Pimentel, cuyas funciones ejecutivas estaban circunscritas al Sur y al Este.

¿Cómo era posible que luego de que el presidente Báez capitulara parte de sus seguidores continuaban haciendo la guerra?

Esa conducta solo puede ser comprendida a la luz de la condición de entonces de país de relaciones de producción precapitalistas, con limitado desarrollo social y político. Los partidarios de Báez eran capaces, dada su condición de bajos pequeños burgueses, de extender las contradicciones con una ferocidad más allá de donde su caudillo había sido capaz de llevarlas: generalmente la lucha de clases era desviada hacia el plano de lo personal, y pasaban a expresarse en la lucha política querellas que ya pertenecían al pasado.

Pero al tiempo que el Triunvirato tuvo que enfrentar las hostilidades del enemigo se llevaba a cabo una sorda, y no por ello “menos aguda, lucha de clases entre los miembros del gobierno colegiado, conflictos que habrían de manifestarse más abiertamente a raíz de que el nuevo gobierno se estableciera definitivamente en la capital dominicana.

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