El Príncipe del siglo XXI

El Príncipe del siglo XXI

Del amor entre la princesa Carolina de Mónaco y el italiano Stefano Casiraghi nació Andrea Alberto Casiraghi el 8 de junio en el Hospital Grace de Mónaco. Sus aficiones son el fútbol, la hípica y el esquí y no es un amante de los deportes de riesgo como lo era su padre. Dicen que es una persona tímida y reservada y que es más maduro de lo que corresponde a su edad.

Tiene todo el aspecto de un príncipe de cuento. Luce una cuidada melena castaña clara y posee unos hermosos ojos azules. Es, además, un joven de su tiempo que asiste a carreras de automóviles, monta a caballo, estudia en París y que se deja ver en el verano de la isla española de Ibiza.

Su belleza es apreciada hasta el punto de que fue calificado en el año 2002 como uno de los 50 hombres más guapos del mundo por la revista People.

Ha heredado el físico de su madre, Carolina de Mónaco, hija a su vez de la hermosa actriz norteamericana Grace Kelly.

Andrea suele copiar el estilo de su padre, Stefano Casiraghi, gracias a las fotografías del álbum familiar. Stefano era un hombre atlético y atractivo, que incluso trabajó como modelo en su juventud.

Desde hace ya algunos años, el hijo mayor de Carolina de Mónaco aparece en las páginas de las revistas de papel “couché” por sus relaciones sentimentales. Tuvo una novia llamada Caroline con la que compartía un piso de estudiantes en París, y que pertenecía a la familia aristócrata alemana Von Stauffemberg. Fue el primer gran amor de Andrea, pero llegó a su fin y aparecieron más chicas en su vida. El pasado verano se le descubrió con la actriz española María Jurado en Ibiza, isla de las Baleares que Andrea suele visitar durante las vacaciones estivales.

[b]Probable heredero del trono[/b]

Los tres hijos de Carolina, Andrea, Pierre y Carlota, eran considerados como ilegítimos por la Iglesia católica, puesto que eran fruto de un matrimonio civil. Pero el Vaticano, después de más de diez años de batalla legal en los tribunales, otorgó a Carolina la nulidad eclesiástica de su matrimonio con Philippe Junot. El motivo para la concesión de la nulidad fue, según la sentencia del alto tribunal vaticano, la insuficiencia del consentimiento de Carolina.

En abril de 1993, el papa Juan Pablo II firmó un decreto en el que se reconoció como legítimos a los tres hijos de la princesa Carolina de Mónaco y de Estefano Casiraghi. A partir de entonces no podrían ser excluídos de una posible sucesión al trono del Principado de Mónaco.

El primer heredero es el príncipe Alberto de 46 años, hijo de Rainiero y Grace, y el segundo es Andrea. Rainiero, el actual príncipe de Mónaco, y abuelo de Andrea Alberto Casiraghi, decidió cambiar la Constitución para que su nieto ocupara el segundo lugar en la línea de sucesión al trono.

En el caso de que Alberto no se comprometiera en matrimonio con ninguna mujer, el heredero sería Andrea. Y a ello se une que los habitantes de “La Roca” (como se conoce a Mónaco) aclamen a Andrea como el heredero del trono. La mayoría quiere que el hijo mayor de Carolina sea el sucesor de Rainiero y, desde la muerte de Stefano, surgió un clamor popular que pedía, y sigue pidiendo, que sea Andrea el futuro máximo dirigente de Mónaco, un moderno príncipe del siglo XXI.

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