Aunque muchos lo duden, República Dominicana se caracteriza por tener una cartelera muy variada de entretenimiento durante todo el año, sin embargo, hay que destacar que el público infantil no siempre tiene buena representación dentro de esta selección.
Esta es una de las razones principales que motivó a José Rafael Reyes a producir “El Principito”, una adaptación libre del clásico de la literatura infantil que ha recorrido diferentes partes del mundo.
“El Principito” es una obra que contribuye a la estimulación visual del niño a través de los ocho planetas que recorre su protagonista, un príncipe contrariado con su entorno, que decide explorar varios planetas en búsqueda de nuevos amigos, sin embargo, al sentirse lejos de casa todo se torna complicado y decide regresar a su hábitat natural: allí la vida es menos complicada y la amistad es verdadera.
La obra, dirigida por Solanyi Gómez, está caracterizada por un grupo de actores que dejan la piel con sus interpretaciones, manejan muy bien la psicología del niño y emiten mensajes morales de manera muy orgánica en cada acto. Sin duda alguna, las actuaciones de Jared Gómez, Mavel Paulino, Alejandro Espino, Ámbar Castillo y la participación especial del niño Renato González, no tienen desperdicio alguno.
Una de las frases que identifica a la obra original “El Principito” es: “Lo esencial es invisible a los ojos”, es decir, el verdadero valor de las cosas no siempre es evidente. Y ésta queda bien marcada en esta versión criolla.
Mensaje. El mensaje reflejado a través de “El Principito” es claro y contundente, y más que nada universal. Éste resalta el verdadero sentido de la amistad a través de un recorrido en donde la envidia, el egoísmo y la avaricia quedan descalificados por el compañerismo.
La historia cuenta que “El Principito” habita un pequeñísimo asteroide, que comparte con una flor caprichosa y tres volcanes. Pero tiene «problemas» con la flor y empieza a experimentar la soledad hasta que decide abandonar el lugar en busca de un amigo y encuentra en el proceso importantes lecciones de vida. Este libro de Antoine de Saint-Exupéry ha marcado generaciones con sus reflexivos personajes y poderosas enseñanzas para cualquier persona sin importar la edad.
Otra de las grandes lecciones que maneja la obra es dejar claro que la conquista de lo material no debería alejarnos de la felicidad, y, sobre todo, su enseñanza maestra demuestra que en el largo recorrido de la vida no siempre será del modo esperado, sin embargo, en su proceso hay que amar y valorar la naturaleza de cada persona, sin importar las diferencias.
Aunque el material audiovisual fue escrito para un público infantil, en él se resaltan valores que son de interés general para la familia. Debido a la buena acogida que ha tenido la obra, sus productores han extendido las funciones. “El Principito” se continuará exhibiendo hasta el 11 de febrero, en la nueva sala de teatro “Studio Theater” en Acrópolis Center, los sábados y domingos a las 6:30 de la tarde.